“México es un aliado importante que puede ayudar a contener el tráfico de las drogas ilícitas y en el desmantelamiento de las organizaciones transnacionales del narcotráfico”, subraya Biden en la Estrategia develada por la Casa Blanca.
La urgencia del mandatario estadunidense de contar con el apoyo de México se deriva de los datos que arroja el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de las muertes diarias por sobredosis durante los últimos 12 meses.
“Las sobredosis han tomado un costo que rompe el corazón, la vida de 106 mil 854 personas durante el periodo reciente de los últimos 12 meses”, resalta Biden en la introducción de la Estrategia que la Casa Blanca envió al Congreso federal de los Estados Unidos.
La cifra que cita Biden proviene del CDC que incluso en las próximas semanas actualizará la estadística ya que toma como referencia para calcular el total de muertes por sobredosis del periodo abril 2021 al de abril de 2022, y los números de la Casa Blanca son hasta enero pasado.
El CDC achaca la muerte por sobredosis de 292 personas, cada 24 horas, al consumo de enervantes sintéticos, anfetaminas y metanfetaminas elaboradas con fentanilo y otros opiáceos, los que en su mayoría y de acuerdo con el gobierno de Biden, son traficados desde México.
“La Estrategia incluye estrategias fronterizas específicas que ordenan a las agencias federales a fortalecer sus capacidades de interdicción e instrumentación de las leyes para contener a las redes criminales, romper sus esfuerzos financieros y la producción de drogas”, acota la Estrategia.
La petición de apoyo de Biden a México, se da en medio de la revelación de que hace un año el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador desmanteló un grupo elite de seguridad que por años trabajó con la Administración Federal Antidrogas (DEA) en la lucha contra los cárteles mexicanos del narcotráfico.
“De manera específica la Estrategia ordena a las agencias trabajar con los gobiernos aliados y países de tránsito para prevenir la producción y la llegada a nuestras fronteras de las drogas ilícitas”, acota Biden.
La pandemia de consumo de opiáceos y las tétricas cifras que expone sobre la muerte por sobredosis de los últimos 12 meses, son testimonio del fracaso de la guerra contra las drogas de Estados Unidos porque no puede contener ni la demanda de consumo ni enervantes en su sociedad.
Como cada año y tal como lo asentaron sus antecesores en su respectivas estrategias, Biden renueva el compromiso de parar a las organizaciones transnacionales del crimen organizado, cerrándoles las llaves al lavado de activos ilícitos procedentes de la venta de los narcóticos.
“Mientras que el contrabando de dinero en efectivo sigue siendo el método predominante para mover las ganancias ilícitas, los traficantes también utilizan al mercado negro de cambio de dólares a pesos para lavar activos”, resalta la Estrategia de Biden.
La propuesta al Capitolio del mandatario estadunidense para resolver este problema es usar las herramientas necesarias del Departamento del Tesoro para obstruir y desmantelar las transacciones financieras de los cárteles mexicanos e internacionales del narcotráfico de lavado de dinero
Los expertos financieros insisten en que mientras el gobierno de Estados Unidos no investigue a sus propios bancos e instituciones financieras, el lavado de dinero procedente de la venta de todo tipo de drogas continuará contribuyendo al aumento de decesos diarios por la pandemia del consumo de enervantes y sobre todo de opiáceos.