Críticas a la Universidad Nacional Autónoma de México muestran el estilo del Presidente, que intenta debilitar a la institución, dicen; “todo lo que huela a autonomía le molesta”
EL UNIVERSAL
Líderes de partidos políticos, especialistas en educación y académicos aseguran que las críticas vertidas en la conferencia matutina de Palacio Nacional contra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tienen como propósito debilitar a la Máxima Casa de Estudios e incidir en el proceso de elección del nuevo rector, programado para 2023.
“Ese es su estilo y es claro lo que busca: influir en la sucesión del rector, como quiere incidir en el Instituto Nacional Electoral, en los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y ahora pretende meterse en la renovación de la rectoría de la UNAM”, señala Arturo Erdély, académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán por más de 25 años.
Asegura que el Ejecutivo federal utiliza el golpeteo político contra aquellas instituciones “que aún huelen a autonomía, llámese la UNAM, el INE, el Inai o Poder Judicial. Todo aquello que tiene autonomía le molesta al Presidente y por eso sus ataques”.
Consultado al respecto, el líder de la bancada de Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal, dice desconocer la burocracia dorada a la que se refirió la mañana de este jueves el Ejecutivo y rechazó que la mayoría de los académicos hayan aplaudido al régimen neoliberal.
“Tengo amigos, compañeros que son maestros, al menos de la Facultad de Derecho, y la mayoría son progresistas, es más, son de izquierda y votaron por nosotros, porque además convivo con ellos y platico con ellos. Intercambiamos puntos de vista, desde el bolero hasta el maestro más encumbrado, y son gente progresista, hasta el decano, y hay preferencias políticas distintas, pero yo digo que mayoritariamente son de izquierda”, sostiene.
Monreal externa que desconoce si existe o no una burocracia dorada en la institución.
“No conozco, a lo mejor me hace falta conocer a esa élite a la que se refirió el Presidente, pero tampoco la niego. Él tendrá los elementos de prueba para sostener esto, pero yo defiendo a la institución, no defiendo a los funcionarios. La institución es una de las mejores del mundo, mejor evaluada en su desempeño, ha formado profesionistas excepcionales, hombres y mujeres en todas las ciencias y ramos de la vida profesional, técnica y científica”, señala.
El dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, comenta a bocajarro: “Andrés Manuel López Obrador actúa como un porro y un malagradecido con su alma máter que tantos años lo aguantó como un pésimo estudiante. Ya se le olvidó lo que significó la UNAM para él, para obtener su título después de 14 años. Esas críticas contra la Universidad son eslabones de su cadena de ataques contra todo lo que huele a libre pensamiento y a libertad de expresión”.
Refiere que desde que inició este gobierno el Jefe del Ejecutivo “la ha emprendido duramente contra nuestra Máxima Casa de Estudios. No sé ahora de dónde saca que se ‘derechizó’ la UNAM; quizá lo que pretende es que sea una extensión más de su partido.
“Lo que busca es alinearla a una forma de pensamiento totalitario y deje de ser justamente el receptáculo del pensamiento universal”.
Para el vicecoordinador del PRI en el Senado, Manuel Añorve Baños, las declaraciones del Primer Mandatario contra la UNAM son excesivas, sin sentido e ingratas para alguien que se dice egresado de la UNAM.
“El presidente López Obrador está muy molesto por la andanada de críticas del sector Salud, de las asociaciones de médicos, por la contratación de médicos cubanos”, dice el legislador.
El expresidente de la Comisión de Derechos Humanos del extinto Distrito Federal y académico de la UNAM, Luis de la Barreda Solórzano, expone que “extrañan sus acusaciones contra la Universidad porque es su alma máter, fue la que le dio un título profesional. Muchas veces esas posturas tienen una explicación sicológica. No sé si ese resentimiento tenga que ver con que él tardó 14 años en obtener un título que normalmente se obtiene en cuatro o cinco años”, señala.
Expresa que por sus actividades el Ejecutivo federal “ha tenido poco tiempo para leer, lo que se nota cuando uno lo escucha. Basta oírlo unos minutos para entender que tiene poco tiempo para leer. Si él hubiera leído los artículos, los ensayos, los libros de los profesores de la UNAM no hubiera hecho un señalamiento como el de este jueves”.