FRONTERA MÉXICO-EU…Cocodrilos amenazan a migrantes en el Río Bravo

Avistamientos de reptiles en frontera con Texas prenden alertas en cruces ilegales

HERALDO DE MEXICO

Robos, secuestros, crimen organizado y violaciones a los derechos humanos son los principales problemas que enfrentan los migrantes que atraviesan territorio mexicano para alcanzar la frontera con Estados Unidos.

Aquellos que se aventuran a cruzar de manera ilegal por Coahuila hacia territorio estadounidense ya no sólo se enfrentan el peligro de morir ahogados en el Río Bravo, ahora también tienen que cuidarse de cocodrilos que se han avistado en el afluente en los últimos años.

El pasado 14 de mayo, la Patrulla Fronteriza confirmó la presencia de un reptil en el Río Bravo por medio de una fotografía que publicó en sus redes sociales. Aunque no se especifica si el avistamiento fue en la frontera de Coahuila, en los últimos años ciudadanos han captado a estos animales rondando cerca de los puentes internacionales.

Francisco Contreras, director de Protección Civil del municipio fronterizo de Piedras Negras, señaló que oficialmente no se ha tomado conocimiento de la presencia de cocodrilos en esa frontera, ni se han observado mutilaciones en los cuerpos de migrantes que han fallecido en el río.

Sin embargo, a raíz de los avistamientos de ciudadanos y con la información publicada por la Patrulla Fronteriza, ya está notificado el director de Recursos Forestales y Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente de Coahuila, Jorge Guerrero.

En 2021 fueron compartidos diversos videos tomados desde el puente internacional número 1 de Piedras Negras, en los que se observa un cocodrilo a la orilla del río, justo en un punto que frecuentemente es utilizado por los indocumentados para intentar cruzar a Estados Unidos.

Además del desafío que representa para los migrantes salir de sus países, cruzar México y luego arriesgarse a morir ahogados en el río Bravo, o ser detenidos por autoridades migratorias, también suman a los cocodrilos que ponen en riesgo su vida.

De hecho, la fauna regional es un peligro constante que está en el camino que hacen los migrantes desde la frontera sur y que puede causar desde un malestar físico hasta la muerte.

Piquetes y mordeduras de víboras, insectos venenosos u otros animales son parte de los daños que sufren los migrantes, especialmente en la noche, cuando duermen a la intemperie, o se internan por caminos de extravío o punto ciegos para evitar a los agentes migratorios o a bandas de asaltantes.

Al no ser históricamente un hábitat natural para ese tipo de reptiles, no se sabe cómo llegan hasta esa zona, pese a que hay quienes aseguran que el mismo gobierno de Estados Unidos los planta para inhibir el cruce ilegal de migrantes.

En 2021, un grupo de rancheros texanos propuso llenar el Río Bravo con mil cocodrilos para cerrar el paso. También el gobierno del expresidente Donald Trump fue acusado de considerar esta posibilidad, lo que el mandatario negó en su momento.

Pese a los peligros que representa para los migrantes cruzar el Río Bravo, los cruces no han bajado en los últimos años; por el contrario, ha crecido la estadística. Ayer el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme Solís, dijo que en los últimos días el flujo migratorio ha aumentado.

“El flujo migratorio ha ido incrementando en los últimos días. Dejamos 300 agentes y son 50 unidades las que tenemos”, comentó el mandatario estatal.

Se calcula que, sólo en la frontera de Piedras Negras con Eagle Pass, Texas, entre mil 300 y mil 500 migrantes buscan entrar todos los días a Estados Unidos.

Tan sólo en abril pasado, el Instituto Nacional de Migración rescató a 38 mil 677 personas extranjeras en todo el país, de ellos, cinco mil 456 son menores de edad.

En lo que va de 2022, suman más de 115 mil personas interceptadas en su viaje para alcanzar Estados Unidos. Chiapas, Tabasco y Baja California tienen el mayor número de personas migrantes detectadas.

Tras un acuerdo entre los gobiernos de Coahuila y de Texas, en las últimas semanas se ha incrementado la vigilancia en las fronteras de Piedras Negras y Acuña para detener el flujo migratorio, resolución que se tomó luego de que el estado texano implementara acciones exhaustivas a vehículos de carga, lo que paralizó los cruces y generó pérdidas millonarias a empresas mexicanas.

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