Arturo Reyes Isidoro
Este año, de pronto el Congreso local adoptó el lema “Por un solo Veracruz”.
Quiero entender que el sentido de esa frase alude a la idea de lograr la unidad de los veracruzanos, porque indudablemente Veracruz, el ente, es uno solo.
Y la unidad, si es que ese es el propósito que se persigue, solo se puede lograr en diálogo y entendimiento con el otro.
Ayer el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, dio un paso que alienta, al convocar a un sector que ha venido siendo repelido por el Gobierno, si no hasta ser considerado como un enemigo: el de la prensa.
En los tres años y siete meses que lleva la administración, ninguna instancia oficial, ni del Ejecutivo ni del Legislativo, se había reunido y convivido con un significativo número de periodistas, lo que permitió un acercamiento que dio la oportunidad de un diálogo así haya sido breve por el número que asistió.
Por donde quiera que se le vea, el encuentro fue saludable y lo será más si la apertura de ayer se mantiene durante el resto del gobierno, para que se posibilite la obtención de información de calidad en una de las fuentes oficiales más importantes y se tenga bien informados a los veracruzanos.
Me llama la atención la actitud personal del también líder de la bancada de Morena, quien últimamente se ha mostrado crítico y autocrítico con su partido hecho gobierno y en el gobierno, con la aceptación tácita de que algunas cosas no se están haciendo bien.
Pero ahora, con su decisión de ayer, dio muestras también de hacer valer la autonomía del Legislativo, pues no tuvo temor a represalias provenientes del palacio de gobierno, donde desde una oficina que no es la del Ejecutivo no solo han vetado a prácticamente todos los medios con la excepción de algunos incondicionales y desde donde toman represalias contra los propios funcionarios que se atreven a buscar y tener acercamiento con la prensa.
Una flor en el pantano
La de ayer es una flor en el pantano, que bien podría tener el mensaje de que ya es hora de intentar cerrar la brecha, el vacío con la prensa.
Es importante la iniciativa tomada por Juan Javier, que el Legislativo muestre que la prensa no es enemiga del gobierno, algo urgente y necesario en el estado considerado como el más peligroso para ejercer el periodismo, y que, al contrario, se le den todas las facilidades para su trabajo y que se le brinde la protección necesaria para que los periodistas dejen de seguir engrosando las estadísticas de las víctimas.
No que se desee una relación necesariamente solo para convivir y de contubernio, sino que se entienda que se busca tenerla para obtener información de primera mano, cierta, para servir mejor a los veracruzanos.
Desde otro ángulo, esa es la mejor forma de servir al jefe político del morenismo, al que pertenece Gómez Cazarín, uniendo con respeto a la pluralidad de los veracruzanos, no dividiendo menos persiguiendo a quienes no responden a intereses de algún funcionario o de grupo.
La escena ayer en el patio central del edificio legislativo no se había visto durante la actual administración y es deseable que esa apertura trascienda a todas las esferas del gobierno y que sea secundada sin ninguna limitación.
Hasta ahora desde el gobierno morenista ha habido una mala relación, si no es que ninguna, con los periodistas, e incluso funcionarios que sí saben del valor que tiene la relación entre unos y otro, aunque intentan tenerla se frenan por temor a las represalias, lo que no es saludable ni para el gobierno ni para la sociedad.
Puede ser también que Morena, a través del Legislativo, haya decidido empezar a cerrar la pinza con la prensa de cara a las elecciones del 2 de junio de 2024, lo que no es criticable si se trata de una relación sana que no se pervierta para servir a una sola causa.
La apertura con los medios es y será sana si desde el poder se entiende que se trata de la relación con el mejor aliado para gobernar y no con un subordinado más, el mejor aliado porque la prensa ayuda al gobierno con sus denuncias, con sus señalamientos y con sus críticas.
Gutiérrez Luna ha venido llenando el vacío
El paso del presidente de la Jucopo, si lo mantiene, tendería a llenar el vacío que ha dejado el gobierno y que ha venido llenando con creces otro diputado de Morena, pero este federal, Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
A este legislador le han agarrado tirria en el palacio de gobierno porque ha hecho lo que ellos dejaron de hacer, un político además con mucha experiencia que aprovechó la laguna vacía que había para llenarla y que no solo tiene contentos a la mayoría de los periodistas veracruzanos por las atenciones que les brinda, sino porque lo ven como el único interlocutor válido de Morena que se ha interesado por su trabajo y por su suerte.
Morena se fortalecerá, qué duda cabe, si el presidente de la Jucopo del Congreso local se suma a la tarea de Gutiérrez Luna en la atención a la prensa, cada uno por su lado.
Lo que dijo Juan Javier
Fue inusual lo que dijo el diputado Gómez Cazarín. Expresó una verdad indubitable: “El que no aprende de la crítica no avanza y ahí se va a quedar toda su vida… tenemos que ser abiertos y tolerantes con la crítica de la prensa, porque uno de los deberes de un político es respetar el trabajo de los periodistas, aunque hay veces que no nos gusta lo que nos dicen”.
Rechazó “la tentación de querer limitar la libertad de todos ustedes” e hizo un reconocimiento a “una labor difícil que a veces hasta la vida cuesta”.
Remató insistiendo: “Bienvenida la crítica, cualquiera que sea, porque el que recibe la crítica sabrá cómo la toma, y bienvenidos todos los periodistas que quieren ver un Veracruz diferente y bueno para sus hijos. Como agenda política o agenda legislativa para respaldar su labor, cuenten con las diputadas y los diputados del Congreso del Estado de Veracruz”.
Difícil de creerlo pero hay que otorgarle el beneficio de la duda. En el desayuno estuvo acompañado por el titular de Comunicación Social, Guillermo Núñez, quien ha sido una pieza importante en la nueva relación que se observa.