Los establecimientos de este tianguis se caracterizan principalmente por los bajos costos que ofrecen al público, es por ello que, este lugar reúne a comerciantes provenientes de otras regiones de Puebla, incluso de otros estados, quienes desde jueves en la noche preparan sus compras para revenderlas en su lugar de origen.
Pese a que Tepeaca esta ubicado dentro del “triángulo rojo” de la entidad, caracterizado por su elevada operación delictiva, la plaza no cuenta con protección por parte de las autoridades municipales, lo que ha orillado a los comerciantes a plantear medidas de seguridad en colaboración unos con otros.
Por otra parte, tras la llegada de la pandemia, miles de locatarios tuvieron que abandonar sus negocios, llevando consigo el desempleo de montacarguistas, vendedores y auxiliares. No obstante, otros permanecieron junto a su personal a pesar de la suspensión de labores que realizaron, teniendo que adoptar medidas como la reducción salarial.
EL TIANGUIS DE TEPEACA NACIÓ COMO UN TIANGUIS DE TRUEQUE
El Tianguis de Tepeaca tuvo su origen durante los tiempos de la Conquista, sin embargo, no era lo que conocemos ahora, este asentamiento inició con la práctica del trueque entre pobladores, quienes con otros productores ofrecían sus elaboraciones a cambio de carne, pan, entre otros alimentos o artículos.
Más tarde, en los años noventa se consolidó este mercado, iniciando con menos de 2 mil comerciantes en el Centro Histórico de Tepeaca. Fue hasta 1992 que el edil de aquel entonces, Julián Yunes Arellano, creó un espacio único para que los comerciantes pudieran ofertar su mercancía para venta o trueque.
Samuel Báez Hernández, quien lleva más de 20 años vendiendo en este tianguis, relató que gracias a la apertura de este espacio ha sido posible que él junto con sus yernos e hijos continúe con la venta de cobijas, almohadas y cortinas que, en parte son elaboradas por ellos.
Compartió también que, desde sus inicios en el Centro Histórico, presentaban dificultades por el espacio reducido, al igual que las quejas por parte de vecinos que exigían la recuperación del espacio público y el desplazamiento de los comerciantes.
Ahora, ubicados en la calle Camino a San Pablo Actipan, cerca de la Central de Abastos, este tianguis se ha convertido en una de las mayores tradiciones comerciales en el estado, donde actualmente alberga a más de 10 mil comerciantes y recibe a miles de visitantes cada viernes.
HACER Y VENDER VESTIDOS DE NOVIA, UNA TRADICIÓN FAMILIAR
Provenientes de San Miguel Xoxtla, Guillermo Cortés junto con su familia se dedican a la elaboración y venta de vestidos de novia, graduaciones escolares y XV años. Cada jueves desde la una de la tarde se da cita en Tepeaca junto con un equipo de ocho personas que laboran con él para descargar la mercancía, hacer limpieza y exhibir sus productos para que los clientes puedan acercarse.
Guillermo narró que este negocio familiar comenzó por su abuela sólo con vestidos nupciales, quien más tarde instruyó a sus familiares la confección de estas prendas y actualmente cuentan con un taller donde emplean a 15 personas que se encargan de realizar y distribuir la mercancía.
La primera en llegar al tianguis fue mi mamá, ella pidió un espacio aquí y se trajo los vestidos que hacía mi abuela, al principio era tan pequeño que sólo cabían seis vestidos, pero muy juntos. Después le empezaron a pedir más modelos y no se daba abasto, entonces entre todos empezamos a cooperarcompartió.
Por otra parte, dentro del largo corredor de calzado que atraviesa la plaza, existe gran competencia entre los tianguistas, quienes se mantienen en constante actualización y ofrecen una variedad de tenis, botas y zapatillas para todas las edades.
Graciela Pérez, quien desde su niñez ha acompañado a sus padres en la venta del calzado, narró que este negocio iniciado por uno de sus tíos ha sido el pilar económico para toda su familia, pues es gracias a esta actividad que han solventado todos los gastos de su educación y alimentación.
Sin embargo, al encontrarse rodeada de una diversidad de mercancía de otros comerciantes, explicó que lo más difícil ha sido complacer los gustos variados de la gente, no obstante, no le preocupa que sus ventas se vean afectadas al ver que sus compañeros vendan más que ella, “el sol sale para todos”, compartió.
EL RIESGO FRENTE A LA PANDEMIA
La llegada de la pandemia marcó un periodo de pérdidas económicas importantes para el tianguis, donde cientos de comercios tuvieron que cerrar sus puertas y miles de trabajadores fueron despedidos por la falta de ingresos y de prestaciones que les garantizaran un servicio de salud.
Locatarios que lograron la reactivación de sus negocios afirmaron que durante los primeros comunicados de la Secretaría de Salud se comprometieron a llevar a cabo adecuadamente los primeros 40 días de confinamiento por el bienestar común.
Al detectar que la cuarentena no tenía una fecha establecida para concluir y por la falta de ingresos, decidieron regresar paulatinamente a sus actividades pese a que se dictaminó a nivel nacional que los eventos con gran afluencia de gente estaban prohibidos.
No obstante, aunque los negociantes mantenían su disposición por vender, el público dejó de asistir a la plaza, orillando el cierre total de establecimientos que llevaban años dentro de Tepeaca. Al ser algunos de ellos provenientes de otras regiones del estado optaron por mudarse a plataformas digitales para la venta de sus artículos.
Graciela Pérez, quien es proveedora de calzado para otros negocios, detalló que ante la ola de clausuras comerciales, hubo quienes no desistieron y continuaron (aunque en menor cantidad) comprando.
Hilda Jiménez lleva más de tres años con la venta de ropa de segunda mano; afirmó que lo más complicado en el regreso a sus actividades fue que aunque la gente visitara el tianguis, ya no contaban con los recursos suficientes para gastar en ropa o en zapatos, sino que dentro de sus posibilidades solo adquirían lo esencial y se marchaban.
Muchas veces la pasamos mal porque no sacamos ni para comer, nuestra realidad fue esta y continuamos aun con bajas ventas porque la gente todavía no tiene la capacidad de gastar porque no hay dinero declaró.
Sostuvo que a pesar de que Puebla impulse un proceso de reactivación económica, el tianguis no regresará nunca a lo que era antes de la pandemia, por los compañeros fallecidos, por las nulas ventas y por los que emigraron sus negocios de una de las mayores concentraciones comerciales del estado.
LA DELINCUENCIA: FACTOR DE RIESGO
Una de las amenazas más fuertes para locatarios y compradores ha sido la inseguridad que permanece en Tepeaca por la alta presencia delictiva, los integrantes de este sector han denunciado los saqueos a los transportes de mercancías durante su trayecto a la plaza y el robo vehicular que han sufrido los clientes que acuden a esta zona, en especial cuando compran por mayoreo.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el primer cuatrimestre del 2022 se abrieron 270 carpetas de investigación por incidencias delictivas en Tepeaca, encabezando la lista robo de vehículo automotor, lesiones dolosas y amenazas.
Henry Barranco, quien lleva más de ocho años laborando en el mercado en compañía de su suegro, fue víctima de un atraco con violencia durante un viaje para entregar mercancía mientras se dirigía a la ciudad de Puebla, por lo que optó por viajar con lo mínimo de mercancía sin artículos de valor.
Henry compartió además el robo que sufrió de dos vehículos de carga, de los cuales, prefirió no realizar el proceso legal por temor a que hubiera represalias en su contra, no obstante, la mayor parte de estos delitos no son registrados por la falta de denuncias por parte de los comerciantes, quienes consideran que es mejor continuar y dejarlo pasar.
Sostuvo que, aunque la experiencia fue amarga agradece que los ataques no hayan sido mortales.
Venimos como dice el pueblo a la voluntad de Dios, aquí la seguridad es mínima y estamos rebasados de delincuencia