Ni jueces ni magistrados analizaron el caso y dictaminaron como “cosa Juzgada” por lo que está a punto de perder su vivienda, acusa.
Irineo Pérez Melo.- Víctima de la usura, por parte de Comercializadora Autofinanciamiento México, S. A. de C. V., una persona que se identifica como “Luis X”, actualmente vive las de Caín, al estarle exigiendo el pago excesivo por un préstamo de 260 mil pesos que adquirió en el 2005 con dicha empresa, para complementar el pago del enganche de su vivienda, sin que jueces y magistrados analicen bien el caso y dictaminan como “cosa juzgada”, por lo que está a punto de perder su propiedad.
Recordó que por circunstancias ajenas se retrasó en sus pagos hasta llegar a la insolvencia y al dejar de pagar, Autofin lo demanda, exigiendo el pago del adeudo ante un Juez y no contar con una defensa efectiva, la jueza lo sentencia a pagar el capital por el monto mencionado, además de los intereses cuyo monto ascendió a 686 mil pesos, que sumados da una cantidad de 980 mil pesos.
Además, en otro resolutivo de la sentencia, se le demanda pagar una clausula establecida en el contrato denominado factor de actualización, que es el .7 mensual, pero además, tiene un interés moratorio esa actualización de cuatro veces más, que es de 2.8 % mensual, por lo que la deuda se incrementa, condenándolo a pagar una deuda de 2 millones 360 mil pesos.
Explicó que ha recurrido a los tribunales de amparo, pero desafortunadamente por el criterio jurisprudencial 28/2017 que está generando que los jueces evadan su responsabilidad de poder revisar las tasas de interés que aplican aquellos otorgantes de crédito, lo que ha ocasionado que caiga en insolvencia económica, al requerirse un pago de diez veces más de lo que le fue otorgado el crédito.
Dijo que el préstamo otorgado fue a quince años, iniciando un pago de un mil pesos mensuales y terminar más de dos mil pesos, lo cual lo pagó durante tres años, dejando de pagar durante siete años, y fue en el 2014 cuando se inició el proceso jurídico, en el cual su abogado no hizo un trabajo profesional, al no brindarles la información correspondiente que lo orilló a llegar a esa sentencia.
Después de cierto tiempo el abogado nos informa que los iban a desalojar en enero de 2018, ya se había perdido el caso y nosotros sin saber de esta situación, obviamente esto le causó estrés, por lo que buscó otra opción y recurrió a El Barzón, en donde se le está llevando el caso, amparándolo y buscando negociar el monto del adeudo, pagando lo justo.
Destacó que en el periplo que le ha tocado vivir, todos los jueces que han visto el caso, lo único que han hecho es tomar la misma resolución judicial, la misma sentencia y lo único que hacen es aceptarlo y lo toman como “cosa juzgada”. Ningún juez ha tomado el caso realmente y lo analiza, ninguno lo estudia, hasta llegar a la Suprema Corte de Justicia, en donde ocurre lo mismo, dictaminando que es “cosa juzgada” y con la posibilidad de perder su propiedad.