EL UNIVERSAL
A los dos años de ser recluida en el penal de Puente Grande acusada por narcotráfico, Diana Espinosa Aguilar tuvo su primer encuentro con uno de los fundadores del cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero.
El llamado ‘Narco de narcos’ en ese momento pidió hablar con ella, quien junto a 15 de sus compañeras reclusas participó en un certamen de belleza organizado por las autoridades penitenciarias.
Espinosa Aguilar no sólo ganó la corona esa noche, también el corazón de uno de los reclusos más famosos del complejo penitenciario de máxima seguridad.
La mujer, de entonces 39 años de edad, relató a la periodista Anabel Hernández que una amiga en común los presentó y desde entonces nacería su relación.
Amor tras las rejas
Tras cumplir su condena en 2011, Diana siguió en contacto con Rafael Caro Quintero y al ser liberado por una falla en su proceso penal en 2013, por fin, ambos comenzaron a vivir juntos.
Pero luego de que las autoridades pidieron la recaptura del jefe del extinto Cártel de Guadalajara, pospusieron sus planes de formar una familia, y Caro Quintero volvió a esconderse.
Espinosa Aguilar comentó en la entrevista que las acusaciones del gobierno de los Estados Unidos contra su pareja y ella eran mentiras, ya que ambos habían pagado su condena y ahora pretendían seguir con sus planes.
La ex reina de belleza de Puente Grande dejó en claro que no lava dinero para ningún grupo delincuencial, aunque un informe de la DEA la menciona como una operadora en las actividades criminales de Rafael Caro Quintero.
En 2018, se dio a conocer que la pareja del líder del Cártel de Caborca trató de registrar el nombre de ‘Rafael Caro Quintero’ como marca ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
Su objetivo es obtener regalías o recursos por sí el nombre o imagen del capo es utilizado en programas de televisión, libros o revistas.