Desmayos y riña en visita de AMLO a la mina de Coahuila; familiares exigen más información

Los familiares esperaban tener más información, pero el presidente solo se acercó a decirles unas palabras, lo que provocó el malestar de las familias

EL UNIVERSAL

El grupo de familiares que se encuentra en la mina de Agujita en Sabinas, Coahuila, donde 10 mineros siguen atrapados desde el miércoles pasado, se molestaron y armaron una trifulca en la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a la mina.

Luego de que el presidente se acercó a decirles unas palabras, familiares intentaron llegar al presidente para conversar más tiempo, lo que causó gritos y jaloneos.

La trifulca provocó el desmayo y crisis nerviosas de algunas personas, según relataron familias así como videos que las mismas han circulado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador arribó a la mina después de las 15:00 horas en compañía del gobernador Miguel Riquelme, donde tuvo un recorrido.

Al salir de la mina el presidente fue abordado por los medios y gente que lo esperaba, y aseguró que es prioridad el rescate, pero que sí habrá sanciones a responsables.

“Se está trabajando en eso. Deseo que se lo más pronto posible”, comentó sobre el rescate de los mineros.

Familiares advierten que bajarán a la mina

El sábado, familiares de los 10 mineros atrapados en unos pozos de carbón en la comunidad Las Agujitas, en Sabinas, Coahuila, lanzaron un ultimátum a las autoridades federales y estatales: si no hay avances en el rescate, bajará uno de ellos a medir el nivel del agua y verificar las condiciones de la mina.

Luego de una reunión con funcionarios federales y estatales de Protección Civil, los familiares reclamaron lentitud en el desazolve de agua y la tardanza en el ingreso del equipo de buzos, se determinó que si en las próximas horas no hay resultados, ingresarán un familiar con experiencia en minas.

Santiago Cecilio Moreno Leyva, familiar de dos mineros atrapados, dijo que «mañana [domingo] me van a autorizar, porque si no bajan los buzos, voy a bajar yo. Creo que los buzos tienen miedo o están esperando a que haya una profundidad de cinco metros».