Expertos y funcionarios temen que el Kremlin use su poderoso arsenal y que el conflicto escale al nivel de una Guerra Mundial
Se cumplen siete meses desde que Vladimir Putin dio la orden al Ejército de Rusia de invadir Ucrania, argumentando que buscaba preservar la integridad y seguridad de la gran nación ex soviética, ya que en el país vecino había personas «que ponían éstas en riesgo».
Fue el 24 de febrero cuando las tropas del Kremlin comenzaron a entrar por la frontera con Ucrania y a lo largo de este tiempo han tomado el control de importantes regiones como Mariúpol o Chernobyl, sin embargo, la defensiva de los locales y sus aliados han sido el factor determinante para que los rusos no hayan llegado a la capital Kiev.
Desde entonces, muchos países se han pronunciado en contra de la invasión, sobre todo cuando las amenazas comenzaron a escalar de nivel y ya no solo se hablaba de un conflicto bélico entre ambas naciones ex soviéticas, sino de la posibilidad latente de que estallara la tercera guerra mundial con armas nucleares.
Para nadie es un secreto que Rusia cuenta con un poderoso arsenal listo para ser usado pese a que su gobierno ha ratificado los tratados internacionales que le prohiben hacerlo en caso de un conflicto con otro país. Conforme han avanzado los meses, aliados de Ucrania y el propio presidente Volodímir Zelenski han acusado a los rusos de usar armas nucleares durante sus bombardeos.
El Kremlin lo ha negado en reiteradas ocasiones, pero esta semana Vladimir Putin ha encendido nuevamente las alertas al convocar a unos 300 mil reservistas rusos en edad de combatir para sumarlos a su operación militar en Ucrania. Asimismo, fue contundente al decirle a Occidente que no reparará en «usar todos los medios» para defenderse.
«No estoy bromeando«, sentenció el presidente ruso dejando entrever que si es «necesario», usaría armas nucleares en esta guerra.
EU también amenazó a Rusia…
Sin duda el mensaje del líder del Kremlin hizo eco no solo en Ucrania, sino en los países aliados que se han pronunciado en favor de los invadidos y quienes incluso le han proporcionado insumos para hacer frente a los rusos, tales como Reino Unido, Alemania e incluso Estados Unidos.
Si bien no se han involucrado con personal en esta guerra, sí han jugado un papel importante dentro del conflicto. En el caso de la nación gobernada por Joe Biden, ésta ha lanzando diversas sanciones esconómicas no sólo contra el gobierno de Putin sino también hacia oligarcas cercanos al Kremlin.
Lo que muchos no sabían es que Estados Unidos también ha amenazado a Rusia y no de ahora, sino desde hace ya varios meses. The Washington Post reveló que el Departamento de Estado ha mandado «varias comunicaciones» a Moscú advirtiéndole sobre graves consecuencias que podría haber si se atreven a usar armas nucleares.
Se sabe que la administración de Biden ha sido ambigua en los mensajes que ha enviado a Rusia, con el objetivo de que al Kremlin no le quede del todo claro cuáles serían las represalias por usar su arsenal nuclear.
Estas revelaciones de fuentes anónimas al Post señalan que si bien no hay indicios de que Moscú esté moviendo sus armas, sí se encuentran en alerta sobre todo después de que Putin lanzara su advertencia este miércoles y de que se supiera que Estados Unidos sí estaría dispuesto a apoyar a Ucrania en caso de una contraofensiva.
Entonces, ¿para quién iba dirigida la amenaza de Putin?
Algunos especialistas consideran que la amenaza de Putin estaba dirigida a los aliados de Ucrania para disuadirlos de apoyar a la pequeña nación ex soviética, pero otros, como Daryl Kymbal, director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas, situada en Washington, consideran que el objetivo era más bien advertir que las armas nucleares podrían ser usadas más bien para neutralizar a los defensores y así obligarlos a rendirse.
Pero los funcionarios ucranianos no creen que la advertencia del Kremlin fuera solo para ellos sino también para los gobiernos de Occidente que los han apoyado. «Esta es una amenaza para otros países (…) La explosión de un arma nuclear táctica tendrá un impacto no solo en Ucrania sino también en la región del Mar Negro», dijo Vadym Skibitskyi, subdirector de la inteligencia militar ucraniana, al medio británico ITV News.
Y en este mismo tenor se pronunció recientemente el asesor del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, Mykhailo Podolyak, quien tuiteó el miércoles que en caso de que Rusia use armas nucleares en su operación militar, lejos de conseguir debilitarlos, los efectos podrían resultarles contraproducentes.
“¿Amenazar con armas nucleares… a los ucranianos? (…) Putin aún no ha entendido con quién está tratando”, sentenció.
Hasta ahora, hay pocos detalles hay sobre la forma en que Biden apoyaría a los ucranianos. En una reciente entrevista con CBS, el presidente estadounidense pidió a Vladimir Putin que no use armas nucleares, «porque cambiaría el rostro de la guerra como nunca antes desde la segunda Guerra Mundial».
James M. Acton, codirector del programa de política nuclear de Carnegie Endowment for International Peace, dijo al Washington Post que sería arriesgado y hasta imprudente tratar de adivinar la respuesta de EU ante un ataque nuclear, ya que la gama de este sería amplia: podría ir desde una pequeña prueba subterránea que no afecte a nadie hasta lo que todos piensan, una fuerte explosión con resultados devastadores. Y el experto no cree que Putin se atreva a esta última.
Sea cual sea la forma en que el Kremlin pudiera usar su arsenal, lo cierto es que -de concretarse- el conflicto podría escalar, ya que de un asunto entre dos naciones ex soviéticas podría evolucionar a una verdadera guerra entre súperpotencias.