Familiares del médico esteticista se desempeñan como servidores públicos en el Poder Judicial y en el Gobierno del Estado de Veracruz
Elisa María Zaldívar Barcelata fue detenida el pasado 13 de octubre en el estado de Veracruz y trasladada al Centro de Readaptación Social de Cancún, Quintana Roo, por un delito que no cometió y que fue “fabricado” por las presuntas influencias de su expareja, con quien se disputa la custodia de sus dos hijos.
De acuerdo con Gabriela Pablos Saucedo, integrante del Frente Nacional de Mujeres, Elisa fue víctima de violencia vicaria, misma que se da cuando un progenitor ataca a una hija o hijo con el objetivo de causar dolor a la madre. Denunció que el padre de los hijos de Elisa, el médico esteticista Juan Eugenio “N”, está amparado por la violencia institucional y presuntamente por el abuso de autoridad de sus familiares, quienes se desempeñan como servidores públicos en el Poder Judicial y en el Gobierno del Estado de Veracruz.
“Elisa María se suma a una más de la infinita lista que crece cada día de madres que viven violencia vicaria. La más cruel de las violencias por ser una violencia de fuertes abusos continuos al usar a los hijos como un instrumento de tortura para la madre y la fuerte escalada de violencia que las golpea en todos los aspectos de su vida. En los peores casos, como en el de Elisa María, las madres terminan encarceladas por delitos fabricados, la violencia vicaria también llega a terminar en feminicidio y filicidio”, añade Gabriela.
El 13 de octubre, Elisa estaba en Veracruz, pretendía convivir con sus pequeños, quienes fueron privados de estar con ella por más de un año. Pese a estar dictadas las convivencias por el juez de lo familiar, Juan Eugenio “N” no presentó a los menores en varias ocasiones y levantó una denuncia por corrupción de menores.
Después, el juzgado requirió a Elisa para realizar unas periciales en psicología y revincularse con sus pequeños, de cuatro y seis años de edad, en el Centro de Convivencias de lo Familiar; sin embargo, allí le fue ejecutada una orden de aprehensión por el supuesto delito de corrupción de menores y trasladada al Cereso de Quintana Roo.
Prisión preventiva oficiosa
Elisa María fue vinculada a proceso con una medida cautelar de dos años de prisión preventiva oficiosa y seis meses para la investigación complementaria por una jueza que después se declaró “incompetente” para la materia y turnó el caso a un juez en Playa del Carmen.
“Ahora Elisa está en una celda por un delito que no cometió y que le fabricaron, mientras sus agresores duermen en plena impunidad y el cobijo de la comodidad que les otorga el acceso al poder Juan Eugenio, su agresor y padre de sus pequeños, es también sobrino de la magistrada Bertha Inés Chavez Méndez. La magistrada ha sido señalada anteriormente en la prensa local por ser responsable de diversas anomalías ocurridas en contra de menores mientras permanecían en la Ciudad de los Niños, situación que hizo que fuera suspendida en diversas ocasiones como medida de apremio”, añadió.
La feminista señaló que el agresor de Elisa también es primo del hijo de la magistrada, Jorge Alberto Chávez Méndez, quien se ha desempeñado como particular del secretario de Gobierno del Estado de Veracruz, Eric Patrocinio Cisneros.
“Jorge Alberto fue señalado por la prensa por abuso de autoridad y abuso de poder pues al parecer ya había fabricado delitos con anterioridad, al estar involucrado en la detención ilegal de seis jóvenes en una plaza comercial. Presuntamente pedían al particular del Secretario de Gobernación que pagara por los daños que hizo a un vehículo, y terminó inventando que el afectado y los cinco jóvenes lo querían secuestrar. Pidió a la policía que los detuvieran. Al ser un problema entre particulares, para justificar la detención acusaron a los jóvenes por ultrajes a la autoridad y les sembraron navajas, situación que fue noticia a nivel nacional”, detalló.
Elisa habló con Gabriela por teléfono y le dijo: “el padre de mis hijos levantó la denuncia de corrupción de menores, cuando yo ya estaba por volver a ver a mis hijos en Cecofam, esa denuncia realmente a mi abogado y a mí ni nos preocupaba, porque no tenía sustento alguno, me achacaban la ‘corrupción de menores’ según por tener hierbas aromáticas en mi casa para sahumar y tergiversaron todo diciendo que yo se las daba de fumar a mi hijito, pero luego metió la agravante cuando acusó a uno de mis testigos por abuso sexual y a mí por encubrimiento, lo denunciaron falsamente por haber sido mi testigo y porque yo ya estaba logrando volver a ver a mis hijos”.
La mujer sufre esta guerra legal desde hace más de un año, cuando viajó a Colombia y acordó con Juan Eugenio que los niños se quedarían con él mientras ella estaba ausente. “Su sorpresa fue que al enterarse él de que ella tendría una nueva pareja sentimental, el médico esteticista interpuso una demanda de controversia del orden de lo familiar y no le permitió volver a ver a sus hijitos”, indicó Pablos Saucedo.
El depósito del cuidado de los pequeños había sido otorgado por el juzgado a la abuela paterna. Ella denunció la sustracción de los menores y comenzó a contestar a los litigios “abusivos” con todo y la disparidad de poder a la que se enfrentó desde un inicio, sin que sus denuncias tuvieran el seguimiento adecuado que lograra la restitución inmediata de sus hijos al seno materno.
“Al momento de su detención Elisa María también vivió el estigma, prejuicio y desinformación de los medios de comunicación producto de la difamación de sus agresores y de las autoridades, quienes la exhibieron dando una versión sensacionalista de los hechos, y pasando por completo de largo el tema de lo que verdaderamente acontece: la violencia vicaria que vive por el progenitor de sus hijos y el tráfico de influencias del agresor y el abuso de autoridad de sus familiares en el poder para causarle daño y perjudicarla”, enfatizó la activista.
Mujeres inocentes
Gabriela detalló que Elisa envió un mensaje a sus familiares y amigos desde el interior de su celda, donde se lee: “aquí adentro hay mujeres inocentes y mujeres culpables por lo que se les acusa, estando aquí nadie puede ocultar lo que uno es”. Por este caso, las integrantes del Frente Nacional de Mujeres exigieron la liberación inmediata de Elisa María Zaldívar Barcelata, la restitución inmediata de sus hijos con ella, y justicia para que sus agresores sean destituidos de sus cargos públicos y la violencia que ha sufrido no quede impune.
“La cárcel es para delincuentes, no para las madres que sólo buscan recuperar las custodias de sus hijos en litigios fraudulentos y abusivos. Criminalizar a las mujeres inocentes es violencia machista, usar a las instituciones para arrinconarlas y encarcelarlas para que se desistan de su derecho a maternar a sus hijos y del derecho de sus hijos a ser maternados es violencia vicaria, y actualmente es ya un grave problema social en aumento”, acusó Gabriela Pablos.
Pablos Saucedo y sus hijos son víctimas de violencia vicaria. Desde hace más de 600 días busca a su bebé Emilio Balam quien fue apartado de ella cuando tenía tan solo siete meses. Gabriela es activista en contra de la violencia vicaria en el Frente Nacional de Mujeres. Actualmente trabaja en la promulgación de la Ley Vicaria y asiste a madres que también buscan a sus hijos y viven violencia institucional.