• 6 días sin clases y la DGB insiste en que Marco Antonio Lozano sea el director de esa escuela.
Irineo Pérez Melo.- Padres de familia de la Escuela de Bachilleres Unidad y Trabajo se sumaron a la toma de las instalaciones de este centro educativo para demandar a las autoridades de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) resuelva el conflicto que ahí se tiene, propiciando que sus hijos estén perdiendo clases por esta situación.
Y es que, desde el pasado miércoles, personal docente y administrativo de la institución escolar tomaron las instalaciones en protesta por la imposición como director de dicha escuela del profesor Marco Antonio Lozano, pretenden hacer las autoridades de la Dirección General del Bachillerato (DGB), que encabeza Claudia Guadalupe Zamora Treviño, ya que dicho personaje cuenta con antecedentes de acoso sexual y supuestas irregularidades cometidas en los planteles donde laboró.
Por este motivo, unos 900 alumnos, tanto del turno matutino como vespertino, así como del sabatino, han perdido sus clases, al permanecer cerrada la escuela, sin que las autoridades educativas correspondientes resuelvan, lo que orilló a los padres de familia a sumarse a la protesta para exigir solución al conflicto.
Los padres de familia se concentraron este martes frente a las instalaciones de dicha escuela, ubicada en la Calle División del Norte de la colonia Revolución de esta capital, quienes portaban cartulinas en las que plasmaban sus demandas de solución, dejando en claro que no se quiere como director al antes mencionado.
Dado los antecedentes que tiene el director que se pretende imponer, los padres de familia externaron que no hay garantías de seguridad para sus hijos, sobre todo para sus hijas, por los antecedentes de acoso sexual con que cuenta en su hoja de servicios el mentor señalado.
Por ello, recabaron firmas para hacérselo llegar al titular de la SEV, Zenyazen Roberto Escobar García, y exigirle intervenga y ponga fin a esta situación, debido a que las autoridades de la DGB se han mostrado incompetentes y no han dado la atención necesaria para resolver el problema.
En tanto, el personal docente y administrativo de la escuela se mantiene a la expectativa en las instalaciones de la escuela en espera de una respuesta, pues son los más interesados en que no se sigan perdiendo clases, por las repercusiones que ello trae consigo tanto en el aspecto académico como administrativo.