Compromiso personal y social para buscar caminos que nos lleven a defender a los más pobres, en especial a los migrantes, señala.
Irineo Pérez Melo.- El Arzobispado de Xalapa destaca que el amor pascual de Cristo nos conduce a dos deberes fundamentales: El de ayudar y despertar a los demás para vivir en justica y paz en nuestra patria y en nuestro querido Veracruz y este símbolo se revela y se comunica mediante la implicación de la vida.
En el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa enfatiza que fruto del encuentro de la caridad de Cristo se establece una alianza de justicia y de paz, el cual debería ser un compromiso personal y social para buscar caminos que nos lleven a defender a los más pobres, especialmente a los migrantes, y a vivir todas las responsabilidades que tenemos como ciudadanos y creyentes.
En el documento se infiere que deberíamos tratar de evitar, por principio, ser implacables a la hora de denunciar los deberes de la sociedad, de la política, de la caridad pública para beneficio nuestro y ser menos reticentes y huidizos cuando se trata de implicarnos en nuestros compromisos con los demás
“No beneficia mucho ser draconianos al exigir nuestros derechos y ser evasivos cuando se trata de nuestras obligaciones en todas las áreas de nuestra vida para el beneficio de todos; exigir los derechos demanda cumplir las obligaciones con los más vulnerables”, se añade en el comunicado.
En el documento, singado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos, director de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, refiere la gran fiesta Pascual de Cristo que ha llegado a su cima más alta con su pasión, muerte y resurrección.
En esta cima luminosa de la fiesta de la Pascua de Cristo, los bautizados vivimos comunitariamente cada momento celebrativo de estos tres días santos guiados principalmente por la acción del Espíritu Santo, se añade.
Se menciona que la vivencia de la pasión, muerte y resurrección de Cristo nos la entrega la Iglesia mediante los sacramentos. Por eso, se puede decir que la mentalidad del cristiano es una mentalidad sacramental, es decir, que dentro de una realidad descubre otra: En el pan partido de la cena del Señor descubre el Cuerpo de Cristo que da vida al creyente en la vida cotidiana.
Estos acontecimientos salvíficos se ofrecen gratuitamente a todos los bautizados en este tiempo de semana santa a través de los símbolos sagrados que contienen los sacramentos pascuales, se indica por último.