Vivimos en una sociedad con apetito voraz y desenfrenado de comunicarnos a cualquier costo, sin norma alguna que permita distinguir si contenidos ayudan a ser mejores personas: Iglesia Católica.
Irineo Pérez Melo.-Estamos viviendo en una sociedad que constantemente nos sofoca con un apetito voraz y desenfrenado de comunicarnos a cualquier costo, pero también se da una creciente forma de comunicarse sin norma alguna que no permite distinguir si los contenidos nos ayudan a ser mejores personas y a tener una visión profunda del mundo con sus posibilidades de realización y con sus problemáticas.
Lo anterior se desprende del comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, en donde se destaca que, en esta situación, el encuentro con Cristo resucitado pone en evidencia la necesidad que tenemos de saber comunicar lo que edifique y construya a la sociedad civil.
En la construcción de esa sociedad, se debe hacer con la sensibilidad social, aprender a respetar la autonomía de la sociedad para que genere su propia agenda, sin imponerle temáticas que no favorecen el arco de la vida en todas sus manifestaciones y que no promueven la responsabilidad personal para participar en la solución de las problemáticas que nos aquejan.
En el comunicado, signado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos, menciona que Cristo resucitado “nos ofrece la gracia para ejercitarnos como creyentes y como sociedad, en el difícil arte de escuchar y distinguir con atención cualquier tipo de comunicación demagógica que no conduce al bien común y que oculta intereses individualistas”.
“La gracia de Cristo resucitado nos dará la sabiduría espiritual para ejercer el arte de escuchar como un ejercicio necesario de promoción para la formación integral de la persona en su búsqueda de la verdad y del auténtico desarrollo de y para todos”, se añade en el documento.