Putin está cancelando todos sus eventos por una razón «muy humillante»

El mandatario ruso se excusó que «no salía» por temor a la seguridad, esto le generó críticas de sus propios seguidores por su «desesperación y paranoia»

HERALDO DE MEXICO
El presidente de Rusia, Vladímir Putin afirmó ante su gabinete, prensa y ciudadanía que estaba cancelando las celebraciones públicas debido al temor de ser asesinado por sus enemigos, pues la seguridad es algo que este dirigente se toma muy en serio. Sin embargo, analistas internacionales han descubierto la verdadera razón y la tachan de «humillante». Samantha de Bendern de The Guardian aseguró que las burlas escalaron a tal, que blogueros nacionalistas a favor de la guerra, critican las acciones de su mandatario en Ucrania. Lo tachan —principalmente— de tener mucha «desesperación y paranoia», la cual además va en aumento.

Y es que, tradicionalmente, se hacen eventos públicos masivos con fechas conmemorativas como el «Día de la Victoria» y el «Día de trabajo», sin embargo este año no fue así. El primero es un día que recuerda el triunfo de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi, y el segundo, es un acontecimiento mundial en el que se realizan procesiones públicas. Ambos fueron cancelados debido a que «no querían provocar al ejército ucraniano» y también por un latente riesgo de «actividad terrorista». El verdadero motivo detrás de todos estos movimientos es que el gobierno ruso le advirtió a su población que se mantuviesen alejados de las instalaciones militares, asimismo… el enorme y popular Regimiento Inmoral —evento que recuerda a los soldados de la Segunda Guerra Mundial— fueron movidos de línea.

El miedo es claro, las protestas civiles, las aglomeraciones y quizás un golpe de estado

De acuerdo con los medios rusos estatales, la supuesta amenaza «terrorista» proviene de Ucrania, pues el pasado 24 de abril se encontró un dron ucraniano derribado a 30 kilómetros de Moscú. Sin embargo parece muy difícil aceptar que las defensas aéreas de Rusia no pueden garantizar la seguridad de los cielos del país euriasiático durante el conflicto bélico. De hecho, la cancelación de la celebración patriótica más grande del año en el país, solo refleja la ansiedad y preocupación de Vladímir Putin. Puesto que, por un lado desea avivar los sentimientos nacionalistas para obtener más apoyo al frente de la guerra, pero apaga las aglomeraciones públicas por un miedo mayor.

Y es que un ataque con drones ucranianos en medio de la Plaza Roja —la más famosa de Moscú en el barrio comercial conocido como Kitay-górod— sería muy humillante para Vladímir Putin, pero todo indica que parece más preocupado por la posible humillación de miles de civiles que marchan con los retratos de sus hijos y esposos caídos en Ucrania. Si bien las cifras oficiales rusas apuntan a menos de 6 mil bajas militares en la zona de europa occidental, Ucrania afirmó que son aproximadamente 150 mil oficiales rusos los que han muerto. Incluso las estimaciones occidentales conservadoras rondan la marca de los 60 mil, más del triple de los 15 mil soldados soviéticos muertos en los 10 años de guerra afgana.

Para el Día del Trabajo también se reprimieron los desfiles

Por otra parte, para una de las fechas que se conmemora a nivel mundial, tuvo una completa censura y amenaza en el país. Y es que a pesar de la cancelación de los actos oficiales, el pasado 1º de mayo se realizaron pequeñas concentraciones esporádicas en varias ciudades de toda Rusia. Acudieron algunas personas con pancartas en contra de la guerra. Pero todo salió mal. Un hombre de 76 años fue arrestado en San Petersburgo por llevar un cartel con el lema tradicional de este día, «Paz, Trabajo, Mayo”, con un símbolo Z agregado con una marca roja sobre él. En Ekaterimburgo —según informes— una mujer fue detenida con una pancarta con otro eslogan tradicional del Día del Trabajo, «Paz a la paz».

Y es que los analistas aseguran que es menos probable que la prohibición de eventos públicos durante las vacaciones de mayo se deba a la preocupación por la seguridad de los ciudadanos y más a la obsesión paranoica de Vladímir Putin de cerrar cualquier canal de crítica a su guerra, incluso si el apoyo abierto a Ucrania es mínimo y la amenaza de un levantamiento popular muy remota. A la par, el gobierno ha estado reprimiendo —preventivamente— las protestas públicas, la disidencia y el conflicto, los círculos militares cada vez se tensan más. En una entrevista de 90 minutos con un bloguero militar el 29 de abril, Yevgeny Prigozhin —el líder de facto de la compañía militar privada Wagner— lamentó el estado catastrófico del ejército ruso y dijo que “ha llegado el momento en que tenemos que dejar de mentirle a la población de la Federación Rusa diciendo que todo está bien”.

Rusia oculta las derrotas de la guerra con tal de su nación no se entere de la verdad

Yevgeny Prigozhin llamó sarcásticamente a la guerra en Ucrania “la llamada operación militar especial”, esto como una crítica velada a la prohibición de Vladímir Putin del uso de la palabra guerra para describir los eventos en Ucrania. Asimismo, también enjuició al Ministerio de Defensa por retener municiones y amenazó con retirar a sus hombres de la ciudad ucraniana de Bakhmut —que Rusia intenta tomar desde hace nueve meses— debido a las discrepancias que ha tenido con el dirigente en cuanto al apoyo al frente del conflicto bélico. Y es que este tipo de confrontaciones no solo están surgiendo entre los ejércitos privados y el gabinete del mandatario, también entre los propios ejércitos privados.

El 25 de abril, soldados del ejército privado de Gazprom, Potok, enviaron un video a Vladímir Putin quejándose de que habían sido transferidos a un ejército privado diferente, llamado Redut. Luego fueron amenazados por soldados del grupo Wagner, quienes les dijeron que les dispararían si se retiraban desde sus posiciones. Asimismo, a principios de abril, soldados movilizados del ejército regular en la región de Luhansk —en la Ucrania ocupada por Rusia— desaparecieron, después de decirles a sus familiares que habían sido vendidos al grupo Wagner por su comandante. Cuando Yevgeny Prigozhin —también conocido como «El Chef de Putin» denunció el estado catastrófico del ejército ruso, sabe de lo que habla.

Los propios seguidores de Putin, ya lo critican por su paranoia

Y es que ahora los propios blogueros militares nacionalistas —a favor de la guerra— también critican a su presidente. El más conocido de ellos es Igor Girkin (también conocido como Strelkov), quien condena abiertamente la falta de determinación de Vladímir Putin para usar todo el poderío militar de Rusia en Ucrania y libra una batalla verbal simultánea, por ahora, con Yevgeny Prigozhin. El 2 de abril, cuando otro conocido bloguero militar, Vladlen Tatarsky, fue asesinado en un atentado con bomba en un café de San Petersburgo que antes era propiedad del «Chef de Putin», el gobierno ruso culpó a los “terroristas” ucranianos. Sin embargo, la mano derecha del mandatario afirmó que el ataque fue causado —probablemente— por luchas internas entre lo que él llama radicales rusos.