«Lo amé»: ella es Renata Rojas, la oceanógrafa mexicana que viajó en el Titán para ver los restos del Titanic

La especialista detalló que se percató de algunos problemas de seguridad que tenía el sumergible

HERALDO DE MEXICO

Renata Rojas, originaria de la Ciudad de México, se convirtió en la primera mujer mexicana en visar los restos del Titanic, la icónica embarcación que se hundió en 1912 con mil quinientas personas a bordo tras golpear un iceberg. Para realizar esta hazaña, la oceanógrafa viajó a bordo del Titán, el submarino de OceanGate Expeditions que se perdió el pasado domingo en las aguas del Océano Atlántico.

En su última expedición, el sumergible viajaba con cinco personas en su interior y perdió comunicación con el exterior a una hora y 45 minutos de comenzar la misión. El pasado jueves 22 de junio, la Guardia Costera confirmó que fueron encontrados restos del submarino en un área cercana al Titanic; de forma preliminar las autoridades dieron a conocer que la nave tuvo una implosión, por lo que los pasajeros probablemente murieron al instante.

Tras darse a conocer la terrible noticia, figuras públicas como James Cameron y el influencer mexicano Alan Estrada, arremetieron contra la empresa OceanGate Expeditions, asegurando que no contaba con la seguridad necesaria para realizar estas expediciones. Ahora, a sus comentarios se suman los de Renata Rojas, quien también viajó en el Titán años atrás.

De acuerdo con la oceanógrafa, ella ya le había advertido a OceanGate sobre los peligros a los que estaban expuestas las personas que decidían involucrarse en las expediciones. “En 2019 iba a ser mi primera expedición con OceanGate, esa expedición se tuvo que posponer por el COVID y finalmente pude ir en 2022″, comenzó contando Renta durante una entrevista que ofreció hace dos años.

“Como especialistas (…) formamos parte de cada aspecto de la expedición, después de sumergirnos pudimos ver el increíble Titanic, así luce ahora. Usamos cámaras de 8k y esta es el ancla del Titanic, nunca se había tomado de tan cerca”, puntualizó.

La mexicana explicó que al ser un submarino experimental, cada expedición tenía todo tipo de retos, fallos o éxitos. Renata contó que cuando ella bajó a conocer las ruinas del Titanic estaba consciente de los riesgos que existían en estas expediciones. “El clima, se sabe que no se puede poner el sumergible en el agua si el clima no está cooperando, ya que hay muchas corrientes y tú estás cayendo. Las corrientes te pueden llevar a cualquier área, entonces necesitas aterrizar cerca del Titanic”, relató.

Además, la oceanógrafa reveló que no solo el submarino era nuevo, sino que muchas herramientas que tenían también lo eran: “tenemos mucho equipo nuevo, no sólo el sumergible que es el primero de fibra de carbono. También las cámaras son nuevas, las luces son nuevas y podrían parpadear con la presión… así que estas expediciones son mucho de estar probando el equipo”.

De igual manera, detalló que uno de los problemas que percibió eran los relacionados a la comunicación, ya que era muy difícil estar en contacto con el exterior. “Las cosas pueden llegar a salir mal, si un día no tienes un sonar y tienes que encontrar la forma de comunicarte y navegar en el océano, muchas veces no tienes forma de comunicarte y sólo sirve un sistema de los tres. Puede que la batería esté baja y tengas que volver a la superficie o reducir tu tiempo en el fondo, pero si vuelves a la superficie y tratas y tratas de nuevo cuando las cosas fallan, puedes tener éxito».

Finalmente, dijo que cuando ella visitó el Titanic no tenía miedo, pero que sabía que en caso de quedar atrapada no habría salidas fáciles. “Cuando fui por primera vez no tenía miedo, los sumergibles son muy seguros, si hay un problema hay formas de salir. Puedes quedar atrapado por 24 horas, pero hay formas para estar estable durante ese tiempo”.

«Un honor representar a México en algo tan histórico, yo fui la primera mujer, hubo un hombre. El poder estar ahí en algo tan importante es un honor”, puntualizó.