De no contar con estas exigencias se estaría destinado al fracaso y los llevaría a la cruel desorientación moral, espiritual y social: Arquidiócesis de Xalapa.
Irineo Pérez Melo.- El pueblo mexicano necesita un proyecto al servicio de la persona, de sus familias, de sus valores y de su historia, en donde es necesaria la participación de todos, y de no contar con estas cuatro exigencias, estaría destinado al fracaso y que llevaría a los mexicanos ala cruel desorientación moral, espiritual y social.
Lo anterior se desprende del comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social del Arzobispado de Xalapa, en donde se destaca que ese proyecto se de en un clima constante de diálogo y respeto a los derechos y obligaciones que brotan de la naturaleza humana.
“Un elemento necesario para conseguir un proyecto vital para los mexicanos requiere, especialmente de los creyentes, de la oración confiada y comprometida ante Dios”, señala el comunicado signado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos.
Con y mediante la oración Dios puede sanar y configurar el corazón de los creyentes para vivir la caridad y buscar a toda costa la paz y la justicia como condición indispensable para una vida digna, se añade en el documento.
Refiere que para los cristianos la oración es una necesidad prioritaria. Sin la oración toda participación en todo proyecto jamás conseguirá alcanzar las condiciones básicas para que todos pueden vivir con dignidad y lograr su realización y vocación trascendente.
A la actitud orante de todos los cristianos se debe añadir el respecto y la garantía del estado de derecho y la justicia. El respeto de todos por la ley es una obligación de todos, sin excepción de nadie, se añade.
Es pertinente recordar, con relación al respeto de la ley, lo que obispos mexicanos nos señalan, en su carta pastoral Del encuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos: “La autoridad pública es, ante todo, una autoridad moral, y, aunque constituida legítimamente, necesita validarse mediante el servicio a la sociedad, velando por la observación del derecho y la justicia” (Número 265).
La oración de todos los cristianos y el respeto de ley de parte de todos, sin excepción alguna, es un camino inicial y fecundo del desarrollo de nuestra nación mexicana.
“Orar y trabajar por tener procedimientos legales pertinentes que garanticen el derecho de los padres a la educación de sus hijos es lo mejor que podemos hacer para que se inicie un proyecto de verdadera esperanza y desarrollo para los mexicanos”, se indica.
Finalmente, se menciona que ninguna condición básica para el desarrollo integral dará esperanza y certeza de desarrollo si no participamos todos con responsabilidad y entrega generosa para vivir con dignidad. Aprovechemos la oración y vivamos el respeto por la ley para ayudar a México a salir de sus principales problemáticas.