Presenta en Xalapa el libro Del Abuso al Amor de Eugenia Orantes, considerado como un manual de sanación, donde narra la experiencia vivida sobre este tema.
Irineo Pérez Melo.- Una de cada cuatro niñas y uno de cada siente niños han sufrido abuso sexual y no lo denuncian por miedo al reflejo o al juicio que la sociedad nos puede dar, pero sobre todo por vergüenza o culpa de lo sucedido, aseguró la autora del libro “Del Abuso al Amor”, Eugenia Orantes.
En conferencia de prensa, luego de haberlo presentado en el Teatro J. J. Herrera de esta ciudad capital, a invitación del ayuntamiento de Xalapa, el cual lo considera como un manual de sanación para liberarte de cualquier situación traumática y en donde narra la experiencia vivida sobre el tema durante los diez años que le llevó elaborar el texto.
Acompañada de Graciela Pérez Flores, organizadora del evento, la escritora comenta que Del Abuso al Amor es una historia de auténtica superación y transformación, en donde nos entrega su vida sin filtros, a corazón abierto, y nos muestra su propio camino de sanación, partiendo de la situación más traumática de su vida el abuso sexual que ella misma sufrió siendo niña.
A través de las páginas del texto, da una idea de cómo sanar las heridas que deja el abuso, cómo dejar atrás el dolor y el trauma para llegar a la liberación y al amor, y destaca que cuando alguien sufre abusos en la infancia, guarda un secreto muy íntimo y perturbador,
convirtiéndose, demasiado pronto, en víctima de un mundo adulto que está lejos de darle la protección y el amor que merece.
Consideró que el tema abordado es la historia de miles de hombres y mujeres que han vivido y siguen viviendo situación de abuso de muchos tipos, no sólo el sexual, desde la infancia y que es necesario concientizar de la necesidad de hacer un movimiento que no sea de lucha específica, sino de poder ir a favor de la con ciencia, del aprendizaje y del amor, un movimiento sanador, de comprensión, abundó.
En ese tenor, consideró que la reivindicación es necesaria, se ha dado y se da, y ahora podemos hacerlo también desde este otro lugar, que debe empezar por la comprensión, en primer lugar, de tú historia y luego por comprender que esa persona, que se le ha puesto el rol, que lo tiene, de abusador o abusadora, está abusando de su poder, porque también se lo hicieron.
De ahí la importancia de aportar el “granito de arena” para crear una onda expansiva y que cada vez más personas estemos siendo conscientes de que podemos hacerlo de otra manera y al hacerlo, pasar a la acción, ese silencio cada vez será menor, añadió.