El blindaje de la sede del gobierno estatal se realizó por órdenes del aún gobernador del estado, Samuel García
EL UNIVERSAL
Unos 30 elementos del Grupo Antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública arribaron e ingresaron al interior del Palacio de Gobierno de Nuevo León, en vísperas de que esta medianoche el gobernador interino designado por el Congreso del estado, Luis Enrique Orozco, intente tomar posesión del cargo.
El blindaje de la sede del gobierno estatal se realizó por órdenes del aún gobernador del estado, Samuel García, quien insistió en que de acuerdo a una resolución judicial, quien debe quedarse como encargado del despacho de Nuevo León es su secretario de Gobierno, Javier Navarro.
En entrevista en su último evento público antes de dejar el cargo como gobernador para continuar su precampaña presidencial este 2 de diciembre, Samuel García descalificó a los líderes del PAN.
Se dijo contento “porque esto ya se acabó, hubo dos días de mucho ruido, pero estamos tranquilos, no habrá violencia, no se va a usar la fuerza, para eso están los tribunales y un juez ya determinó de manera definitiva que Orozco es inelegible y que quien se debe quedar en el cargo es Javier Navarro”.
Asimismo, decenas de elementos de Fuerza Civil, quienes están armados, a pesar de un mandato judicial, se mantienen en los alrededores del recinto oficial, resguardando la sede y a los funcionarios estatales.
Paradójicamente, a unos metros de ahí, en la parte frontal de Palacio de Gobierno, en la Macroplaza, miles de regios, familias con niños, ajenos a la crisis política y los jaloneos del poder en el estado, acuden a la villa navideña que inauguró hace tres días Samuel García en donde la música navideña es el sonido de fondo la víspera de lo que se espera sea una crisis de gobernabilidad.