En el Foro de Tecnologías Futuras en Moscú, Putin destacó que científicos rusos están al borde de desarrollar una vacuna contra el cáncer y fármacos inmunomoduladores de nueva generación.
EL IMPARCIAL
Moscú, Rusia.- El cáncer ha persistido como la principal causa de muerte en todo el mundo, con aproximadamente 10 millones de defunciones atribuidas a esta enfermedad en 2020.
Es por esto que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció avances significativos en la lucha contra el cáncer durante el Foro de Tecnologías Futuras en Moscú.
En su intervención, Putin destacó que científicos rusos están al borde de desarrollar una vacuna contra el cáncer y fármacos inmunomoduladores de nueva generación.
Sin embargo, el presidente no especificó a qué tipo de cáncer se dirigirían estos avances, considerando que existen al menos 200 tipos de esta enfermedad, cada uno con características únicas, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer.
La disponibilidad de estas vacunas fue resaltada por Putin, quien subrayó la importancia de que los nuevos descubrimientos médicos estén al alcance de las personas y sean ampliamente utilizados en el ámbito primario de la atención médica, buscando un impacto real en la salud global.
En términos de remuneración justa para los investigadores, Putin hizo hincapié en la necesidad de recompensar adecuadamente a los científicos por sus contribuciones, especialmente si se realiza la transferencia de tecnología a los productores de vacunas.
Rusia no es el único país que está dedicando esfuerzos significativos para abordar el cáncer. En 2023, el Gobierno británico firmó un acuerdo con BioNTech para llevar a cabo ensayos clínicos destinados a proporcionar tratamientos personalizados contra el cáncer, con la ambición de alcanzar a 10 mil pacientes para 2030.
Además, importantes empresas farmacéuticas como Moderna y Merck&Co están colaborando en el desarrollo de una vacuna experimental contra el cáncer.
Su enfoque se centra en reducir la probabilidad de muerte por melanoma, el cáncer de piel más letal, después de tres años de tratamiento.