Debe ser una voz sonora y distinguible a favor de una cultura y educación democrática que hace de nuestra sociedad libre y llena de oportunidades para todos, señala.
Irineo Pérez Melo.- La Arquidiócesis de Xalapa sostiene que la persona puede y debe influir en su destino social, económico y político, pues es capacitada para derribar cualquier obstáculo que impida buscar el bien común y la paz social, y queda abierto a la totalidad de la realidad y orientado a las direcciones que lo llevan a ser un ser pleno.
En el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, en donde se destaca que la nueva vida entregada por Cristo nos da una luz potente para descubrir la inadvertencia imperceptible de los pequeños pasos que muchas personas damos hacia la indiferencia de todos los problemas que estamos viviendo.
En el documento, signado por el presbitero Juan Beristaín de los Santos, se menciona que además se descrubre el gota a gota que perfora la conciencia personal y colectiva, embotándola hasta el punto de volverla incapaz de reaccionar ante la mentira sistemática, ante la injusticia de un progreso para una élite privilegiada y ante tantas promesas ilusorioas y sin posibilidad de cumplirse jamás.
“La vida nueva de Cristo resucitado es la que despierta la insensibilidad personal, para que nuestra conciencia sea una voz sonora y distinguible en favor de una cultura y educación democrática que hace de nuestra sociedad una comunidad libre y llena de oportunidades para todos”, se añade.
De igual manera destaca que la resurrección es un don que Dkios otgorga a toda persona por la fe en Cristo.
“Con la resurrección de Cristo, la persona llega a la esfera de la comunioón total del armor y a la feliz condición de una vida plena en la gloria de Dios, la cual consiste en que el hombre tenga vida plena y la vida de éste radica en goso permanente de la gloria de Dios, dándole la posibilidad de reconocer la grandeza de su dignidad y la altura sublime de su vocació n para buscar proyectos de desarrollo inegral”, se señala por último.