Urge que los ciudadanos cultivemos y reavivemos el interés por un fundamento ético que dé cuerpo y vitalidad a cada acción del comportamiento humano.
Irineo Pérez Melo.- La Arquidiócesis de Xalapa planteó la necesidad de cultivar, a la brevedad posible, una visión de la economía que se inspire y motive en el interés ético de la persona, la colectividad, el cuidado del planeta y los principios fundamentales técnicos económicos, para hacer realidad estructuras y proyectos que permitan la justica y la solidaridad entre todos los ciudadanos.
Esto se manifiesta en el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, en donde se destaca la urgencia de que todos los ciudadanos cultivemos y reavivemos el marcado interés por un fundamento ético que dé cuerpo y vitalidad a cada acción del comportamiento humano.
En el documento, signado por el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, presbítero Juan Beristaín de los Santos, se destaca que este fundamento ético nos lleva a reconocer que el bien concreto y específico de la persona y de la colectividad es la fuerza visible e inspiradora para generar el tan anhelado desarrollo integral para los mexicanos y veracruzanos.
“Este fundamento ético deja claro que no se debe privar, por ninguna razón, a la persona de los bienes materiales y espirituales que responden a sus necesidades primarias y constituyen las condiciones básicas para su existencia; estos bienes le son absolutamente indispensables para alimentarse y crecer, para comunicarse, para asociarse y para poder conseguir las más altas finalidades que como persona tiene por derecho propio”, se indica en el documento.
Y enfatiza: “Estos bienes concretos son el fruto del comportamiento y pensar éticos de la persona”, por lo que se pregunta: ¿Es posible que juntos generemos éticamente una riqueza para todos? Sí es posible generar riqueza que llegue a todos.
“Hoy es tiempo para la reflexión y reavivar el sentido ético de toda persona para colaborar y humanizar más los proyectos y estructuras, que nos permitan vivir y desarrollarnos en ambiente constante de promoción humana y de respeto fundamental de los derechos humanos hasta alcanzar un clima de paz y de justica social”, se señala por último.