La reacción del presidente ocurre luego de que el embajador insistiera durante una conferencia de prensa en advertir sobre los riesgos de la reforma al Poder Judicial, aprobada este miércoles por los diputados
LATINUS
EFE.- El presidente Andrés Manuel López Obrador evitó este miércoles opinar sobre las declaraciones del embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, en las que alertó que la aprobación de la reforma al Poder Judicial podría afectar las relaciones bilaterales.
“Sin comentarios. O sea, uno es dueño de su silencio, a veces rehén de lo que dice. Ya hablamos (con Ken Salazar) en su momento, está muy claro, ya se entendió”, aseguró el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
La reacción del gobernante mexicano ocurre luego de que Salazar insistiera durante una conferencia de prensa en advertir sobre los riesgos de la reforma al Poder Judicial, aprobada la madrugada de este miércoles por diputados mexicanos.
“Estoy en acuerdo que sí se tienen que hacer reformas para fortalecer la Corte (…) si no se hace de manera bien puede traer muchísimo daño en la relación. Eso no lo digo yo nada más como embajador, eso lo digo yo por todas las preocupaciones que me están llegando de gente que de veras quiere lo mejor para México y Estados Unidos”, enfatizó el diplomático.
Al respecto, López Obrador aseguró que con la aprobación de la reforma “no pasa absolutamente nada” y presumió que México es uno de los países “más atractivos” para la inversión “porque tenemos a los mejores trabajadores del mundo”, aseveró.
“¿Cómo creen que no van a seguir llegando inversiones si tenemos lo mero principal (la mano de obra). Agréguenle 3.180 kilómetros de frontera con el mercado más grande del mundo ¿Qué ya se olvidó que en este sexenio, con todo respeto, desplazamos a China y Canadá y somos el principal socio de Estados Unidos”, cuestionó.
La polémica entre Salazar y López Obrador ocurrió porque el representante de Washington en México criticó públicamente y de manera reiterada el proyecto de reforma judicial, que busca la elección de jueces por voto popular en México, lo que ha despertado inquietud entre inversionistas y políticos estadounidenses.