Tras pedir licencia, dirigió una serie de recomendaciones a los morenistas, como mantener la unidad, no caer en «la parafernalia del poder» y no convertirse en un partido de Estado
LATINUS
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum pidió licencia como militante de Morena en el Séptimo Congreso Extraordinario del partido debido a que «seré presidenta y debo gobernar para todos», tras expresar una serie de elogios dirigidos al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Dijo que al presidente Andrés Manuel López Obrador «no le gusta que digan que es el mejor presidente porque él admira a Benito Juárez, a Francisco I. Madero, a Lázaro Cárdenas, pero nunca uno había salido con tanto amor de su pueblo, por eso digo que es el mejor».
Se refirió al mandatario como «un hombre que en su humildad siempre ha sido grandioso, que hace años que se ganó al pueblo de México y lo conservó y lo va a conservar siempre, que cumplió siempre como presidente y supo recuperar la dignidad de nuestro pueblo».
Agregó que «sabemos que se retira de la vida pública, pero seguirá aportando a la transformación desde la reflexión y el pensamiento pues en unos años estaremos leyendo su nuevo libro acerca de la grandeza cultural de nuestro prodigioso país».
La futura mandataria hizo un recuento de lo hecho por el presidente, en particular sus obras insignia como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas y consideró como «una hazaña» que lo haya logrado sin endeudar el país ni aumentar impuestos, y en plena crisis económica ocasionada por la pandemia.
Lo más profundo, dijo, fue que se hizo «la revolución de las conciencias» y aludió al 2 de junio como una jornada en la que se tomó la decisión histórica de continuar con la transformación y elegir a una mujer como presidenta, para después aludir a los triunfos electorales en gubernaturas y congresos locales.
También habló de «la gira histórica de la transición«, en alusión a los actos que ha tenido el mandatario los fines de semana, en los que ella lo ha acompañado.
«Me comprometo a estar a la altura de las circunstancias, seguiremos gobernando con el principio humanista de que por el bien de todos, primero los pobres; no puede haber gobierno rico con pueblo pobre; y con el pueblo todo y sin el pueblo nada», dijo.
Sheinbaum destacó que en su gobierno no subirá en términos reales el precio del diésel, la gasolina, el gas ni la electricidad, entre infinidad de promesas que hizo ante los asistentes al Congreso.
Tras pedir licencia, dirigió una serie de recomendaciones a los morenistas, como mantener la unidad, no caer en «la parafernalia del poder», no convertirse en un partido de Estado, seguir definiendo candidatos mediante encuestas y a los plurinominales por tómbola, que haya austeridad republicana y no permitir la colusión con la delincuencia organizada.