- La patria está dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad.
Irineo Pérez Melo u Ante los tiempos difíciles que vivimos, en donde el tejido social está seriamente dañado, la Arquidiócesis de Xalapa lamentó que “algunos falsos profetas se aprovechen –como dice el Papa Francisco- de las emociones humanas para producir esclavos y llevarlos a donde quieren”.
En un comunicado emitido por la oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa y signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, titulado Desafíos cuaresmales destaca los problemas que nos afectan son multifactoriales, donde la patria está dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad.
“Las manifestaciones de violencia no conocen límites ni fronteras; vivimos épocas de luto, nuestra patria está dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Nuestra patria ocupa los primeros lugares en muchos aspectos negativos. No podemos vivir así y ese no puede ser jamás nuestro destino”, se indica.
En el comunicado se hace referencia a las descripciones del obispo de Roma, asegurado “¿Cuántos hijos de Dios se dejan fascinar por las lisonjas de un placer momentáneo al que se le confunde con la felicidad?”, “¿Cuántos viven como encantados por la ilusión del dinero?, que los hace en realidad esclavos del lucro o de intereses mezquinos”, “¿Cuántos son los jóvenes a los que se les ofrece el falso remedio de la droga, de unas relaciones de usar y tirar, de ganancias fáciles pero deshonestas?”, “¿Cuántos se dejan capturar por una vida completamente virtual, en que las relaciones parecen más sencillas y rápidas pero que después resultan dramáticamente sin sentido?”, “Estos estafadores no solo ofrecen cosas sin valor, sino que quitan lo más valioso como la dignidad, la ,libertad y la capacidad de amar”.
“Cómo es que se enfría la caridad? Se pregunta el Papa Francisco: “Lo que apaga la caridad es ante todo la avidez por el dinero raíz de todos los males (1 Tm 6.10); a esta le sigue el rechazo de Dios. Todo esto se transforma en violencia que se dirige contra aquellos que consideramos una amenaza para nuestras certezas, el niño por nacer, el anciano enfermo, el huésped de paso, el extranjero, así como el prójimo que no corresponde a nuestras expectativas. El enfriamiento de la caridad es raíz de la cultura de muerte que estamos viviendo”.
A partir del miércoles 14 de febrero inició la Cuaresma, motivo por el cual la Iglesia Católica se prepara durante 40 días para “llevarnos al encuentro con Dios para renovarnos y fortalecer nuestra comunión con él”, de ahí la invitación de la Iglesia de vivir la Cuaresma compartiendo con el prójimo y haciendo cosas buenas, acciones que invariablemente transforman primero nuestra propia vida y luego la vida de nuestros pueblos y comunidades, refiere por último el comunicado.