- Se dedican a darse con todo lo que pueden en inter campañas
- Ven la paja en el ojo ajeno y no miran la viga en el propio
- Lanzan acusaciones, cuando supuestamente deben guardar silencio
Por Miguel Angel Cristiani G.
Este fin de semana, en que los candidatos a la presidencia de la república, supuestamente no pueden hacer proselitismo a su favor, por encontrarse en el periodo llamado inter campaña, lo cierto es que se dedicaron a darse con todo lo que pueden y al final de cuentas se resumen en acusaciones mutuas de corrupción, en las que como diría Pancho López el filósofo de mi pueblo: ven la paja en el ojo ajeno y no miran la viga que tienen en el propio.
Los tres tristes tigres, intercambiaron acusaciones, por ejemplo Andrés Manuel López Obrador que trata a toda costa de mantenerse en la línea de “amor y paz” no se puedo aguantar las ganas y pidió investigar el asunto de los “moches” en el que se involucra a Ricardo Anaya, que cuando fue coordinador de los diputados del PAN fue cuando se descubrió esa acción irregular en la que incurrían los legisladores del blanquiazul para quedarse con el 10 por ciento de todos los recursos que promovían para obras municipales.
Pero también se fue contra el candidato del PRI, y dijo que si en verdad se quiere castigar la corrupción en México, se tiene que castigar a Anaya, pero también a José Antonio Meade por supuestas irregularidades cuando estaba al frente de la SEDESOL.
Por su parte, Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por Mexico al Frente, pidió al presidente Enrique Peña Nieto sacar las manos de la elección y dejar a la ciudadanía elegir con libertad el futuro del país.
Anaya aseguró que el Ejecutivo Nacional usa a las instituciones de seguridad, como la PGR, para desacreditar su campaña, en vez de que esté al servicio de la República.
Pero también Pepe Meade quien fue el único orador en el acto de celebración del 89 aniversario del PRI, al que no asistió la otra hora llamado Primer Priista del País, el presidente Peña Nieto, aseguró que sin importar el partido implicado, que se castigue a quien haya violado la Ley.
Pero seguramente que no se refería a los militantes de su partido, sino a los del vecino de enfrente, al ya saben quien, pues sin nombrarlo dijo que no permitirán que regrese un México de caudillos ni de mesías y sostuvo que nuestro país no quiere una aventura política ni un salto al vacío en los comicios del 1 de julio donde se renovará la Presidencia de la República.
“No vamos a permitir que regrese un Mexico de Caudillo ni de mesías “, advirtió.
Meade convocó a los priistas a dar “la batalla de sus vidas” en estos comicios, pues les advirtió que perder es hipotecar el futuro de nuestros hijos y poner en riesgo las instituciones que este partido ha creado para darle estabilidad a nuestro país.
En ese sentido, y en clara alusión al candidato del PAN-PRD-MC, acusado de lavado de dinero, Meade reconoció que hay un fundado enojo en México por la inseguridad, la violencia, la impunidad y la corrupción que se registra, por lo cual aseveró que se castigará a todos los que hayan violado la ley “sean del partido que sean” pues “el que la hace, la paga”.
¿Cómo queremos a México? Lo vamos a construir juntos. Ese México chingón lo vamos a construir juntos. ¡Y juntos vamos a ganar!
Y aquí están presentes también con su energía los petroleros. ¿Y con quién están los petroleros? Se preguntó, aunque no mencionó al líder nacional del sindicato Carlos Romero Deschamps y actual senador del PRI.
Tampoco se deslindó del presidente de la república como lo han sugerido algunos analistas políticos, todo lo contrario, dijo que con Enrique Peña Nieto los mexicanos forjamos un pacto por el país. Muchos son los resultados: el sistema de justicia penal inició la transformación más profunda que ha tenido en más de un siglo; el Estado recuperó la rectoría de la educación; junto con los mejores maestros dotamos de una educación de calidad a nuestros hijos; la modernización de sectores como el energético, el de telecomunicaciones y el agroindustrial, ha dado pie a la más alta generación de empleos en la historia, superando, y por mucho, lo registrado en cualquier sexenio anterior; y le hemos ido ganando terreno a la pobreza, sobre todo aquella que más aflige a todos, la pobreza extrema.
Todos esos avances que mencionó el candidato presidencial del PRI, Pepe Meade, que parecen más bien buenos deseos que realidades.
En el juicio histórico del PRI se aprecian grandes aciertos y también errores.
Reconoció que hay en México legítimas expresiones de enojo y decepción, hay en México un fundado reclamo, malestar e indignación por la inseguridad y la violencia, por la impunidad y la corrupción.
Pero a pesar de todo eso, aseguró que vamos a ganar porque somos millones de priistas y millones de ciudadanos motivados, unidos. Conscientes de lo que está en juego.
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