Raymundo Jiménez
Ahora que iniciaron formalmente sus campañas a la gubernatura, los candidatos comenzaron a definir también las formas en las que quieren obtener el poder. Unos, por ejemplo, cargan con los estereotipos de sus antecesores y hasta de sus progenitores, como es el caso del abanderado del frente PAN-PRD-MC e hijo del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Por su parte, Cuitláhuac García Jiménez, de MORENA, arrastra con los señalamientos que le endilgan un presunto pacto subrepticio con el ex gobernador priista Javier Duarte de Ochoa en la sucesión estatal anterior, la de 2016, además de las críticas fundamentadas por su improductividad legislativa como diputado federal.
En el caso de Pepe Yunes Zorrilla, de la alianza PRI-PVEM, sus negativos radican exclusivamente en la asociación que existe de un antipriismo alimentado interesadamente por la presente administración estatal surgida de la coalición PAN-PRD. Sin embargo, más allá de ese factor, hay ciertas ventajas comparativas que el senador con licencia, oriundo de Perote, presenta frente a sus contendientes por su productivo trabajo como legislador y gestor de apoyos para diversos sectores de la sociedad.
Mientras que el panista Miguel Ángel Yunes Márquez difícilmente podrá desligarse de la marca genética que le liga con su padre, quien ha ejercido autoritariamente el poder en toda su vida en el servicio público y en cuya trayectoria ha sido señalado de corrupción y de poseer una inmensa fortuna que hasta hoy no ha podido explicar su origen de manera convincente.
En este marco de adversidades para cada candidato a la gubernatura –sin olvidar, por supuesto, la participación de la única mujer en la contienda: la ex morenista Mirian Judith González Sheridan, abanderada por el PANAL–, se registraron los actos de inicio de campaña de cada aspirante, y los escenarios fueron muy singulares.
Precisamente, la ex diputada local de MORENA se apostó en las afueras de las instalaciones petroleras de Minatitlán para entregar propaganda a los trabajadores y luego también recorrió el mercado “5 de febrero” de la misma ciudad sureña.
Cuitláhuac encabezó en el tradicional paseo de Los Lagos de Xalapa una carrera atlética junto a la medallista olímpica y senadora sonorense Ana Gabriela Guevara, mientras que su papá Atanasio García Durán también corrió… pero a las cuatro botargas del extinto ex presidente venezolano Hugo Chávez que sorpresivamente aparecieron en el evento y con las cuales algunos incautos y despistados morenistas hasta se fotografiaron, no obstante que su candidato acusó a través de su cuenta de Twitter que “#YunesDesesperado por apoyar al hijo manda a Policías de Fuerzas Especiales de infiltrados con botargas de Chávez para intentar desviar la atención de la caída del hijo en las encuestas…”
En Perote, el priista José Francisco Yunes Zorrilla arrancó con un acto multitudinario que reunió a miles de asistentes, y en el que fue acompañado por Enrique Ochoa Reza, presidente del CEN del PRI, y por los senadores Emilio Gamboa Patrón, Carlos Romero Deschamps, líder nacional del sindicato petrolero, e Ismael Hernández Deras, dirigente nacional de la CNC, así como diversos representantes de sectores productivos de la entidad, alcaldes, diputados locales y federales del partido tricolor y del PVEM.
El acompañamiento social y político que tuvo el candidato priista fue correspondido con uno de los discursos más claros y directos que se le ha escuchado a Pepe Yunes, especialmente por dirigir una crítica puntual a la presente administración estatal, a la que recriminó haber hecho que Veracruz retrocediera a pesar de haber contado en estos 17 meses con todo el apoyo del gobierno federal.
Por eso no es casual que el slogan de la campaña del abanderado priista sea: “¡Que yo me ocupo!”, una exclamación tajante de quien quiere responder por las omisiones de un gobernante que como candidato en la sucesión estatal de 2016 había prometido abatir al 50 por ciento los índices de inseguridad pública en el primer semestre y resolver también muchas otras cosas que lastiman a la sociedad veracruzana y frenan su desarrollo, pero que después de casi año y medio, por ineptitud o negligencia, no ha podido cumplir con las expectativas que ofertó al electorado para ganar aquella elección.
Precisamente en uno de sus spots propagandísticos que comenzaron a difundirse a partir de este domingo 29, Pepe Yunes dice que como candidato del PRI a gobernador quiere hablar de los problemas y necesidades de los veracruzanos, y dejar a un lado la grilla. “(Javier) Duarte ya está en la cárcel pero tus problemas siguen. ¿Y ahora quién hace la chamba de resolver tus problemas diarios? De la carretera, de la beca, de la salud, de los asaltos, de tu día a día. Yo quiero ser gobernador para eso, para resolver tus problemas y dejarnos de ‘grilla’. Yo respondo por mí. De tus problemas reales, yo me ocupo… ¡Que yo me ocupo!”, reitera con firmeza.
En el caso de Miguel Ángel, el hijo, su manera de iniciar campaña en los medios fue a través de un video donde el mayor atributo que se adjudica es que ¡“es guapo”!, pose narcisista que seguramente a Yunes Márquez le resultará contraproducente porque choca con la cruda realidad de Veracruz que sigue registrando un aumento en la delincuencia y falta de empleos en el “gobierno del cambio” encabezado por su padre. En su momento, como candidato a la Presidencia de la República, su galanura le funcionó al carismático ex gobernador priista del Estado de México, Enrique Peña Nieto, en la campaña de 2012 contra el PAN y la desacreditada administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa. ¿Pero ahora, ante la falta de buenos resultados, la decepcionada sociedad veracruzana verá bien que el primogénito del gobernador Yunes Linares se promueva como galán?
Dicho spot se inscribe en la expresión de la superficialidad, de la banalidad que pretende jugar con la inteligencia del electorado veracruzano que difícilmente caerá en la idea de que por ser guapo atenderá y resolverá los temas importantes de la agenda política y social de la entidad que pretende gobernar. Esto parece confirmar que a falta de argumentos y buenos resultados, en Palacio de Gobierno han optado por generar salidas cosméticas.
La contienda electoral por la gubernatura está por definirse, pues, entre tres candidatos: el bueno, el malo… ¡y el guapo!.