- Irineo Pérez Melo u Participando activamente en las elecciones del 2018 podemos comenzar a dignificar la política y devolverle su rostro auténtico. “No podemos improvisar ni dejar la responsabilidad a otros, nadie puede desentenderse de los asuntos públicos, es necesario hacer un buen discernimiento y tomar conciencia de la participación en los procesos electorales”.
Lo anterior forma parte del comunicado dominical emitido por la Dirección de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, en donde refiere que todos debemos salir a votar y ejercer este derecho con el que se tiene una gran responsabilidad para elegir a nuestros gobernantes.
“ES conveniente recordar que la participación de los ciudadanos tiene dos efectos fundamentales: es legitimadora y garantiza el ejercicio democrático”, se indica en el documento.
Se expresa que para que esta participación tenga realidad hoy, además del sufragio, existen una serie de mecanismos para que la población incida en las decisiones de gobierno de manera independiente, sin necesidad de formar parte de la administración pública o propiamente de un partido político, para que participemos de la “cosa pública” en un sentido más amplio de la política, de tal manera que la acción del Estado sea en beneficio de la sociedad.
De esta manera, se indica, no obstante las malas prácticas de algunos políticos, de la corrupción y la impunidad, estamos convencidos de que la vocación política del hombre puede regenerarse y encontrar su auténtica identidad, es decir la política debe ser entendida como servicio y búsqueda del bien común.
Se insiste en que es importante hacer una buena elección de nuestras autoridades mediante un voto razonado, no hay que dejarse impresionar por discursos fantasiosos e irreales; necesitamos reconstruir la sociedad asumiendo derechos y obligaciones, es decir, iniciando con nosotros mismos, siendo ciudadanos activos y responsables, cristianos congruentes. Las cosas no cambian por decreto, ya lo hemos vivido, cambiarán cuando todos nos comprometamos por el Bien común.
En ese tenor, se destaca el hecho de que nadie se quede sin participar, porque la realidad que vivimos nos obliga a ser agentes de esperanza y contribuir para construir juntos un mejor sociedad.
En este sentido, se necesita participar en la política. El Papa Francisco ha dicho que la política es la forma más alta de la caridad porque busca el bien común (Encuentro con la clase dirigente de Brasil, 27 de julio de 2013), se menciona.
“Es tarea de todos devolver a la política este sentido, es tarea de todos rehabilitar la política para que quien se dedica a estas funciones sean personas competentes por una parte, y por otra, se mantengan firmes en los valores éticos”.
“Lamentablemente ha habido abusos y excesos, pues algunos convirtieron la política en un negocio personal y en una forma descarada e injusta de amasar fortunas personales. Este tipo de prácticas ha creado un desencanto, un malestar social y la falta de credibilidad, tanto en las instituciones como en quien aspira al servicio público”, se concluye.