Parecera chunga pero si todos los eventos del «alter ego» están tan abarrotados como presume en sus fotos habría que considerar lo siguiente. Se llevan 37 días de campaña. Barato ha realizado 90 eventos en los que ha repartido propaganda a lo cabrón. Si calcula uno con base en esas «fotitos» vamos a pensar en un promedio de 5 mil almas por evento (y hubo ya dos acarreos indiscriminados en Xalapa superiores en volumen). Esto presupone 450 mil playeras y gorras a razón de $ 40 en el mejor de los casos (salen como a $ 54 y eso medianamente buenas) son 18 millones en ese sólo rubro sin considerar las bolsas repletas de chanclas, sombrillas, etc. Tiene sin duda un despliegue de cuando menos 800 espectaculares en el Estado a razón de $ 20 mil por renta cada uno son otros 16 millones. Para esos eventos ha coaccionado a los transportistas veracruzanos para utilizar no menos de 2 mil unidades en conjunto (en Xalapa en dos madrazos fueron 800) a razón de $ 4 mil por gastos de diesel, 8 millones adicionales. 42 millones así a simple vista, que los contrastas con lo que dice haber invertido en la unidad técnica de fiscalización y como que no cuadra. Sólo es la punta del iceberg. En realidad han metido a la fecha entre lo Institucional más lo soterrado no menos de 100 kilos entre apoyos, «fichajes» políticos, untadas de mano a actores políticos, despensas a lo animal, y lo que se viene. Y todo para perder. Pots. Qué cara democracia. Porque falta el día «D» y obvio se avecina el tsunami de compra de credenciales, no a favor, para evitar el voto en contra. A $ 4000 por piocha con la consigna de regresarle el INE al día siguiente con su «cajita felíz». Quitarle 300 mil votos posibles a los oponentes implica 1,200 millones. Peccata minuta. París bien vale una misa, o una fortuna. Y eso implicará soplarse otros 6 años abonando el terreno para su carnal al 2024.