El desalojo de los empresarios veracruzanos del interior de palacio de gobierno a quienes el gobierno estatal adeuda cientos de millones de pesos encontró el repudio ciudadano y la prensa en este día consigna la reprobable acción, sobre todo que había damas y gente de la tercera edad. Miguel Ángel Yunes, hizo lo contrario a cuando su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, con los alcaldes panistas veracruzanos, tomaron el mismo recinto hace dos años para exigirle a Flavino Ríos (Quien fue respetuoso de su movimiento), las participaciones federales, pernoctando junto con el nefasto excandidato a la presidencia de la República, Ricardo Anaya, convirtiendo al palacio de gobierno en un vil puesto de tacos al pastor, incluso hay quienes dicen que algunos metieron “Un fuerte” para aguantar el frió. La Sentencia de Hoy de cordobaaldia.com, la ilustramos con la colaboración de Miguel H. Rivas, quien de manera muy explícita y detallada nos ofrece una reflexión digna de leer:
El que hierro mata, a hierro muere.
Miguel H. Rivas
Hace apenas 2 años vimos con asombro la vileza y el oportunismo de un grupo de panistas encabezados por Miguel Angel Yunes Márquez, entonces alcalde de Boca del Río e hijo del entonces Gobernador Electo Miguel Angel Yunes Linares, quienes de manera radical tomaron el Palacio de Gobierno del Estado de Veracruz, bajo el pretexto de exigir el pago de participaciones federales adeudadas a los municipios por la administración de Javier Duarte.
Quienes en política andamos, sabemos el trasfondo de esta mediática protesta, que no era más que exhibir al máximo y como sea a su enemigo Javier Duarte, porque solo era cuestión de que tomarán las riendas del estado y se olvidaron de todo que antes ellos exigían.
¿Y quien lo diría? Justo dos años después la historia se repetiría pero en contra de aquellos que en su momento encabezaron esta ridícula toma del Palacio de Gobierno.
No cabe duda que la historia va poniendo a cada quien en su lugar, lamentablemente los perjudicados hoy son decenas de empresarios que sólo exigen el pago de sus servicios y que esta noche fueron desalojados con violencia del Palacio de Gobierno.
Y al puro estilo de la represión, haciendo uso de la vieja fama que tiene el gobernador de intolerante, es como esta noche demuestra una vez más que lo suyo y lo de su familia no es buscar la justicia, ni buscar sacar a Veracruz adelante y mucho menos la paz, sino más bien es obsesión por el poder y revanchismo puro, ese que lo carcome y que lo ha cegado tanto al grado de perder los estribos, cosa que demuestra con acciones como estas.
Quién no conoce su historia está condenado a repetirla, aquí vemos un buen ejemplo de ello.
Solo me resta pensar “de la que nos salvamos”…