Expertos señalan un subregistro de casos, pues hay mucha gente enferma que ya no se hace la prueba o la realiza en casa; cifra actual, sólo la punta del iceberg, advierten; estiman pico máximo hasta que variantes BA4 y BA5 de Ómicron empiecen a circular en el país; reprochan que médicos aún receten ivermectina y dexametasona
- LA RAZON
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En la quinta ola de contagios por Covid-19 no habrá colapso del sistema hospitalario ni una alta letalidad, sin embargo, el ritmo acelerado de infecciones es más alto en esta ocasión por la presencia de las nuevas subvariantes y expertos prevén que haya picos en un solo día de hasta 160 mil casos; además, señalan, las secuelas que algunos pacientes están experimentando de manera prolongada podría afectar el sistema de salud por la falta de medicamentos o una atención adecuada.
“Esta ola ya rebasó a las otras, si se compara con la ola que vivimos de Delta, que fue por estas mismas fechas, ya son muchos más casos registrados que el año pasado. Definitivamente estas cifras ya superan las de 2021, pues ese año lo empezamos con la misma situación que ahorita, pero la variante Delta tenía solamente siete mutaciones y una mayor infectividad, tenía la capacidad de escapar del sistema inmune, pero no como lo hacen estas variantes”, aseguró el investigador del Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica, Alejandro Sánchez Flores.
- “El máximo es de 25 mil, pero como es exponencial, pues hace falta hacer los cálculos de BA4 y BA5, por ello es difícil, pero en 15 días podríamos ver hasta 160 mil casos en un solo día. Con estas nuevas variantes todos volvemos a ser susceptibles”, advirtió el experto.
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Sin embargo, aseveró, que en esta ola apenas se está viendo la punta del iceberg, porque habrá mucho subregistro y no se conocerá la realidad de los casos positivos, debido a que hay mucha gente enferma que ya no se hace pruebas o que se las hace en casa.
“Es muy posible que la quinta ola rebase a la tercera y cuarta ola en número de casos totales. Lo peor es que no vamos a saber la realidad ya que no hay subregistro y tenemos que ajustar con un factor de 30 por lo menos por cada caso”, afirmó.
A su vez, el infectólogo Alejandro Macías indicó que por el subregistro que hay de casos, se tiene que modificar la proyección del virus; esto es, por cada caso que se reporta, debe haber al menos 30 que no se registran; por ello, si la autoridad dice que hay 20 mil casos, en realidad pueden ser 400 mil o 500 mil, y ése es el pico.
“El problema es que el pico no va a ocurrir hasta que no veamos que han entrado las variantes que hay en todo el mundo, sobre todo BA4 y BA5, pues mientras no se presenten con fuerza, no podemos decir que el pico llegue a su máximo”, dijo.
Agregó que el pronóstico también depende de los medicamentos que se den, pues se deben proporcionar antihistamínicos y, por el contrario, muchos médicos siguen recetando ivermectina, azitromicina o dexametasona, lo que muchas veces agrava el cuadro de la enfermedad.
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“La verdad sólo hacen las cosas peor, ya que los médicos buscan sobremedicar a los pacientes. Hay medicamentos virales de Pfizer que sí pueden mejorar la condición, pero no los tenemos en México, y depende más de estar checando las condiciones generales del paciente”, aseveró.
Para Sara Jiménez, doctora en el ISSSTE, los sistemas de salud no están preparados con los insumos para la quinta ola, pues ya se presenta desabasto en algunas clínicas ante el aumento de casos.
“Ya no tenemos dextrometorfano o benzonatato, y qué les das para la tos seca, por ello se les tiene que decir que lo compren”, admitió.
Explicó que muchos pacientes resienten los efectos de Covid largo, esto es, que aunque no tengan el virus, siguen con tos, dolor de cabeza o de garganta que se prolongan por varias semanas.
“Algunos de ellos han presentado elevación de la presión arterial y han debutado como hipertensos, eso hemos notado en las valoraciones, pero la gran mayoría ha sido la tos persistente que ha quedado por semanas, cansancio extremo, náuseas. No sabemos qué secuelas va a dejar, porque ya me tocaron pacientes que tuvieron espasmos bronquiales parecidos al asma”, detalló.
Los medicamentos que se les recetan son paracetamol, clorfenamina o loratadina, además de perlas de benzonatato para la tos y ambroxol en tabletas o jarabe. Cuando tienen espasmos bronquiales beclometasona en spray o salbutamol.
Sin embargo, advierten que será un problema atender a miles de personas, pues no hay medicamentos suficientes en caso de que un paciente persista con los síntomas.
Ofelia Cervantes, especialista del Sector Salud, dijo que ahora se estudian los síntomas y en dos años es muy poco tiempo para saber qué consecuencias tendrá a largo plazo: “la verdad es que tenemos desabasto de medicamentos y tenemos puros cuadros básicos, pero no creo que el sistema de salud esté preparado, ya que la cantidad de pacientes está sobrepasando la población estimada; entonces, no creo que estemos ni siquiera preparándonos”.