AIFA, día tres: Adiós tlayudas; llegan al aeropuerto baguetes, ensaladas y pan de nata

Ante la presencia de viajeros, trabajadores y elementos de las Fuerzas Armadas, que no encuentran alimentos en los pocos locales comerciales que están abiertos, las autoridades permitieron que algunos puestos se colocaran en el exterior de la zona de llegada de pasajeros

EL UNIVERSAL

Luego del éxito de la «señora de las tlayudas» en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, este miércoles aparecieron puestos de comida, bebidas, dulces y hasta ropa.

Ante la presencia de viajeros, trabajadores y elementos del Ejército y de la Guardia Nacional, que no encuentran alimentos en los pocos locales comerciales que están abiertos, las autoridades permitieron que algunos puestos se colocaran en el exterior de la zona de llegada de pasajeros.

Baguetes, sandwiches, cuernitos, chapatas, ensaladas, pan de nata, refrescos, agua, café, galletas, son algunos de los productos autorizados a partir de este miércoles y «solo por unos días y en horarios restringidos», según los mismos vendedores.

Uno de los puestos es de la chef Martha Andrea Arévalo, quien tiene la concesión de la cafetería en el Centro de Convenciones del AIFA, pero como en esa zona – que está lejos del edificio de la terminal- aún no hay actividades, solicitó permiso para poner un puesto ambulante.

«Nosotros queremos brindarle a los usuarios del aeropuerto agua, alimentos, todo de primera calidad, muy higiénico, con las normas de higiene, necesarias», señaló.

Apuntó que además, como hay muchos visitantes que quieren conocer el AIFA, se hace necesario tener la venta de alimentos.

Entre sus clientes, atendidos por ella y su mamá, vimos incluso que llegaban a comprarle elementos de las fuerzas de seguridad.

-Y no tiene competencia – le hicimos ver.

-No tenemos competencia, y si llega la señora de las tlayudas, bienvenida. El sol sale para todos, gustos para todos -respondió.

Otro de los vendedores ambulantes es Juan Salvador Verá Carrillo, quien vende nata y pan de nata hechos en Tizayuca, Hidalgo. Este joven trabaja en un local ubicado en la zona comercial cercana a las salas de abordaje, pero como hay pocos vuelos, tiene muy poca clientela.

«Por el mismo tema de que no puede entrar mucha gente todavía, nos apoyaron para que nos conozcan  y se animen a comprar. (…) Estamos tanto aquí afuera como allá adentro, por si la persona quiere abordar allá puede encontrar el mismo local» , expresó.

En otro puesto ambulante se venden prendas de vestir como jorongos, chales, sombreros y gorras, a precios que van desde los 150 hasta los 400 pesos.

Consultadas, algunas de las personas que se acercaron a los puestos, comentaron que están de acuerdo en que se autorice este tipo de vendimia, ya que la gente que sale o llega de viaje siempre busca algo que comer.