Raymundo Jiménez
Para ser el candidato a gobernador de un partido declarado electoralmente desahuciado por todas las encuestas que lo posicionan con el más alto rechazo popular; que además ya no cuenta con los recursos ni con el aparato del gobierno del estado, y que tampoco manda como antaño en la mayoría de los 212 municipios de la entidad, este fin de semana el abanderado priista Pepe Yunes mostró un sorprendente músculo en su recorrido por el puerto de Veracruz, donde el viernes se reunió con universitarios y mujeres, así como en Las Choapas, Agua Dulce, Chinameca y Acayucan, donde el sábado y domingo encabezó sendos mítines de apoyo a su candidatura.
El crecimiento en las preferencias electorales que viene mostrando el abanderado del tricolor francamente sorprende porque a diferencia de los otros dos contendientes punteros, él ni se ha montado en la campaña de su candidato presidencial, como es el caso de Cuitláhuac García, de MORENA, quien es remolcado por el arrastre popular de Andrés Manuel López Obrador que sigue liderando los sondeos, ni tiene al gobernador en funciones valiéndose de todos los recursos institucionales e instrumentos coercitivos –incluyendo hasta organismos constitucionalmente autónomos como el Órgano de Fiscalización Superior y la Fiscalía General del Estado, que ahora ha emprendido la persecución del ex fiscal duartista Luis Ángel Bravo Contreras, por quien se ha ofrecido una millonaria recompensa para dar con su paradero– en su afán por impulsar a su primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez, del frente PAN-PRD-MC, el cual sigue sin despegar en las encuestas no obstante los burdos acarreos de miles de asistentes a sus mítines, como los realizados en Boca del Río, en la Huasteca veracruzana y, este domingo, en Ciudad Mendoza y Zongolica, donde fue exhibido como trofeo de caza el diputado local Nicolás de la Cruz, de MORENA, el cual se “sumó” públicamente a la candidatura del hijo de Yunes Linares.
Sin embargo, pese a esta desventaja, lo que más viene favoreciendo a Pepe Yunes por encima también del descrédito de su partido es su atinado diagnóstico de la problemática social, económica y de seguridad pública que agobia a los veracruzanos, y la seriedad con que viene planteando sus propuestas para abordarla y tratar de resolverla. Y es que a diferencia de sus contrincantes, el candidato priista maneja datos duros sobre todo en materia financiera, derivado de su reciente experiencia legislativa como presidente de la Comisión de Hacienda del Senado de la República, y anteriormente como diputado local y federal, en cuyas legislaturas estuvo a cargo de las comisiones de Hacienda Municipal y de Desarrollo Social.
Precisamente este lunes, en Coatzacoalcos –una región muy diezmada por la criminalidad–, Pepe Yunes dará a conocer formalmente sus propuestas en materia de seguridad pública, aunque este sábado ya dio en Agua Dulce un adelanto de las misms, donde afirmó que “vamos a resolver desde el Gobierno del Estado el problema de la inseguridad en el sur de Veracruz, y lo vamos a hacer con conocimiento de causa”, pues puntualizó que como gobernador “me ocuparé de encontrar 10 mil millones de pesos en un presupuesto de 103 mil millones, para pasar de 12 mil policías operativos a 22 mil, bien equipados y bien pagados.”
“Policías entrenados que nos brinden seguridad. A quienes nos protegen los protegeremos y los haremos parte de la comunidad. Así se resuelve el problema de seguridad. De ninguna otra forma”, expresó, dando por sentado que no se permitirán más complicidades ni acuerdos bajo la mesa con grupos delincuenciales.
El dirigente nacional del PRI, René Juárez Cisneros, en el discurso que pronunció ante miles de simpatizantes en Acayucan, definió a Pepe Yunes como “un hombre inteligente, un hombre sensible, capaz; un hombre generoso, un hombre humilde, un hombre que se preparó para gobernar”, por lo que se atrevió a decir que no tiene ninguna duda de que será “el próximo gobernador de Veracruz”.
Y a diferencia de López Obrador, quien este mismo domingo, desde la Cuenca del Papaloapan, pidió a los veracruzanos no votar por el hijo del gobernador Yunes Linares para no ser “el hazmerreír de México”, Juárez Cisneros expresó que “Pepe Yunes será gobernador para que siempre tengan el acompañamiento de alguien que los entiende, que los comprende”.
Por lo menos, hasta ahora, el candidato presidencial de MORENA no ha vetado públicamente al abanderado del PRI a la gubernatura como sí lo ha venido haciendo reiteradamente con el panista Yunes Márquez, de quien la semana anterior, en su recorrido por el norte del estado –Pánuco, Tuxpan y Tantoyuca–, dijo que “tocaba madera” para que en caso de que llegara a la Presidencia de la República no tuviera que tratar al primogénito de Yunes Linares como gobernador de Veracruz.