Raymundo Jiménez
Si alguien creía que la Iglesia católica de Veracruz iba a enmudecer y a guardar silencio cómplice en el presente proceso electoral, pues este fin de semana la jerarquía eclesiástica se encargó de sacarlos de su error.
Este sábado, por ejemplo, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, respondió a pregunta expresa de los reporteros que “ellos se ponen el saco”, en alusión a un párrafo que la mayoría de los medios de comunicación destacó del mensaje pastoral difundido el domingo antepasado, en el que los 11 obispos veracruzanos reprobaban “perpetuar sin mérito a las mismas familias o grupos en el poder”.
Pero en su comunicado de este domingo 22, la Arquidiócesis de Xalapa remarcó que “el tema electoral es un asunto público porque nos involucra a todos” y que “por tanto nadie debe escandalizare cuando los pastores hablan de estos asuntos, lo que además se hace en el marco de la ley.”
Y de nuevo exhortaron a sus feligreses para que participen activamente y voten “en forma libre, responsable e informada.”
“Por eso es fundamental participar y que nadie sea sólo un observador. Votar es un derecho y una obligación para todo ciudadano. Que nadie se asuste con la participación y que nadie se sienta con derecho de querer silenciar las diferentes voces que se deben escuchar, en eso consiste una democracia”, se advirtió en el comunicado arquidiocesano, a la vez que se puntualizó que “los obispos han hablado como pastores que conocen a sus ovejas, saben suficientemente de sus sufrimientos, de las necesidades más apremiantes que les aquejan, de sus temores y de lo que esperan.” Además expusieron que “también tienen conciencia que ha habido quienes se han aprovechado del redil, lo han dispersado y han dejado sin alimento”, haciendo referencia al evangelio de este domingo (Cfr. Jn. 10, 10, 12-13) que literalmente dice: “esos son unos ladrones a quien no les importan las ovejas”.
En su mensaje, la Arquidiócesis de Xalapa citó que “el obispo recorre su territorio y conoce de primera mano la realidad que sufren los feligreses, el obispo no conoce su diócesis por los encabezados de los noticieros o lo que se dice en los diferentes medios de comunicación, sean estos impresos o digitales, sino por lo que los fieles le van compartiendo durante el ejercicio de su ministerio.”
“En este sentido, los obispos tienen una percepción de la realidad diferente a la virtual. Por esta razón, en algunos aspectos, en su mensaje, los sucesores de los apóstoles previenen a los ciudadanos de algunas malas prácticas que suelen llevar a cabo diferentes actores políticos. No es ninguna novedad señalar los vicios y las corruptelas que salen a relucir y se practican con mucho mayor énfasis en tiempos electorales”, se reafirmó.
Y reiteraron que “el objetivo principal del mensaje episcopal es alentar la participación de la ciudadanía, a su involucramiento en los asuntos públicos que como tales les afectan, ya sea positiva o negativamente.”
Por otro lado, apuntan que la observancia de la ley −el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones− no sólo es cosa de unos cuantos, sino que también es un valor que como cristianos practican. “Como ya lo decíamos en otro comunicado: ‘Un ciudadano participa mediante cuatro acciones principales: 1. Informándose y conociendo a los diferentes candidatos así como sus propuestas, principios que los mueven y plataformas; 2. Haciendo un discernimiento a la luz de sus propias convicciones para decidir el sentido de su voto; 3. Votando en forma libre, responsable e informada; y 4. Dando seguimiento a las políticas y programas que la autoridad legítimamente constituida lleva a cabo una vez que comienza su gestión pública’. De esta manera, la participación de todos ‘es una constante que debe tener lugar antes, durante y después del voto’, que, por cierto, no es la única forma de participación ciudadana que existe.”
Finalmente apuntan que “los obispos han dicho además como ciudadanos responsables que: ‘Los ciudadanos buscaremos que sea el bien de todos el que ilumine y motive nuestro voto personal, libre, secreto, razonado, acompañado del mejor discernimiento de cada ciudadano, buscando cuál opción puede propiciar el mayor bien posible’. Habremos de discernir cuál opción puede conducirnos a tener acceso a la paz, a la seguridad, a la confianza y a la justicia, al respeto de los derechos humanos y a la solidaridad real con los pobres y excluidos”.
BILL GATES EN XALAPA
Si las relaciones entre el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Xalapa fueran realmente cordiales, ambas autoridades hubieran buscado sacarle buena raja política a la presencia en la capital veracruzana de Bill Gates, el cofundador de Microsoft y el segundo hombre más rico del planeta, cuya hija participó en una competencia internacional ecuestre celebrada en el Club Hípico de Coapexpan.
Y es que siquiera hubieran organizado una ceremonia para declararlo “Visitante Distinguido” y entregarle las llaves de la ciudad, con la esperanza de que a través de la Fundación que lleva su nombre, este magnate altruista hubiera sido posteriormente recíproco con Xalapa y Veracruz.
Pero, según parece, a las autoridades estatales y municipales les pasó de humo la presencia de este personajazo, con cuyo viaje a tierras veracruzanas al menos le dio argumentos al gobierno estatal para reiterar que la mala fama que tiene el estado en materia de seguridad solo es un problema de “percepción”.
Sin embargo, la delincuencia en Xalapa no da tregua. Y es que lamentablemente este sábado, alrededor de la medianoche, sobre la avenida Maestros Veracruzanos –a la altura de una popular iglesia y de un famoso desayunadero político– unos maleantes con armas de fuego, a bordo de un taxi y una motocicleta, despojaron de su camioneta plateada Kicks Nissan, modelo 2017, al hijo del subdirector de una escuela de enseñanza media, al cual, después de propinarle una salvaje golpiza, lo fueron a abandonar hasta un paraje denominado Cruz Blanca, del vecino municipio de Jilotepec.
ANAYA, EL MEJOR
Como ya se preveía, todos los demás candidatos le echaron montón al puntero Andrés Manuel López Obrador, quien una vez más evidenció que lo suyo no es el debate.
El que logró ponerlo contra las cuerdas una y otra vez fue el panista Ricardo Anaya, quien muy hábilmente intentó aprovechar la oportunidad para posicionarse como el único que realmente puede competir contra el abanderado de la coalición “Juntos haremos historia” (Morena-PT-PES).
Sin embargo, habrá que ver qué tanto logra crecer en las preferencias electorales el candidato del PAN-PRD-MC después de este primer debate.
López Obrador deberá prepararse mejor para la segunda confrontación, en lugar de andar pegando estampitas del mundial de futbol Rusia 2018 en el álbum de su hijito.