Raymundo Jiménez
El domingo 29 de abril, Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato del frente PAN-PRD-MC a la gubernatura, arrancó su campaña en Boca del Río con una impresionante concentración masiva de aproximadamente 20 mil simpatizantes. Y este fin de semana, según las fotografías difundidas por su equipo de prensa, el ex alcalde boqueño fue acompañado por otros miles de seguidores en su recorrido por la Huasteca veracruzana. Sin embargo, paradójicamente, su padre, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, sigue mostrando un aparente nerviosismo no obstante el paso “arrollador” de su primogénito.
Este lunes, por ejemplo, Yunes Linares arremetió en contra del alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez, de MORENA, con el pretexto ahora de que el Ayuntamiento ordenó clausurar los postes en los que se pretenden colocar alrededor de un millar de cámaras de videovigilancia, así como la antena que la misma empresa contratada por el Gobierno del Estado pretende instalar en la cima del cerro del Macuiltépetl.
Yunes, a través de un video que grabó en su despacho de Palacio de Gobierno, acusó a la administración municipal de MORENA de obstaculizar este sistema de videovigilancia que será básico para mejorar la seguridad pública que demandan los xalapeños.
Horas más tarde, a través también de otro video, el alcalde Rodríguez Herrero le pidió serenarse y que se informara mejor, pues le respondió que el Ayuntamiento sólo quiere que la empresa encargada de instalar la antena y los postes para las videocámaras se apegue al estado de derecho y que no obstaculice los accesos peatonales ni genere daños al parque ecológico del Macuiltépetl, donde causaron algunos destrozos.
E irónicamente, don Hipólito dijo que en el Ayuntamiento “nosotros no tenemos a un hijo en campaña, él sí”, por lo que respetuosamente le pidió a Yunes Linares que mantuviera la calma, recordándole que solamente le quedan seis meses a su gobierno, mientras que a la administración municipal de MORENA todavía le restan casi cuatro años más.
¿Por qué anda tan nervioso el gobernador si el domingo antepasado, en Boca del Río, frente a miles de acarreados su primogénito le aseguró también al candidato presidencial del PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya, que en las elecciones de julio próximo no van a ganar sino a “arrasar”? Porque sabe que a pesar de que está moviendo todo el aparato burocrático y los programas sociales del gobierno del estado para impulsar la candidatura de su hijo, éste no ha podido despegarse aún en las encuestas de Cuitláhuac García, candidato de la alianza MORENA-PT-PES, quien este martes, entrevistado en un programa noticioso de una popular radiodifusora porteña, señaló que puede ganar la gubernatura por el efecto de Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial morenista que sigue encabezando con un amplio margen las preferencias electorales.
Cuitláhuac dijo que en esta elección podría repetirse el mismo efecto que se dio con Vicente Fox en la sucesión presidencial del 2000, en la que con su impulso el guanajuatense hizo ganar también a candidatos que su partido había postulado a gubernaturas y al Congreso de la Unión.
Pero el aparente nerviosismo de Yunes Linares no sólo se debe a la cerrada contienda por el gobierno de Veracruz en la que está de por medio su vástago y otros fuertes intereses políticos y económicos transexenales. Lo que le debe quitar el sueño también es la reciente adhesión del ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos, a la candidatura presidencial de López Obrador, quien el pasado viernes, en un multitudinario mitin en Puerto Progreso, Yucatán, presentó al ex panista como su coordinador de organizaciones sociales y civiles, a fin de buscar que otros líderes y agrupaciones se sumen a su Movimiento de Regeneración Nacional.
Espino es quien en la sucesión de 2006 vetó ante el candidato presidencial Felipe Calderón a Yunes Linares como aspirante del PAN al Senado de la República. Luego, en la elección de gobernador de 2010, firmó un manifiesto para pedirles a los panistas veracruzanos que no votaran por el ex director del ISSSTE, quien finalmente perdió esos comicios por más de 80 mil votos de diferencia ante el priista Javier Duarte de Ochoa.
Pero lo que seguramente más debe preocupar a Yunes es que a mediados de mayo de 2013, Espino presentó ante la Procuraduría General de la República (PGR) una denuncia en su contra por el presunto delito de enriquecimiento ilícito de más de 3 mil millones de pesos.
Entrevistado al mes siguiente, el ex panista duranguense detalló que después de su primera campaña por la gubernatura de Veracruz en 2010, Yunes había hecho depósitos por más de 6 millones de dólares en bancos de Miami, Florida, a través de las instituciones financieras Mandiri Bank, HSBC Bank, Ameris Bank y City National Bank, mientras que el partido que lo había postulado, el PAN, había quedado endeudado tras ese proceso electoral.
Después de ingresar la denuncia en la Oficialía de Partes de la PGR, Espino afirmó que el ex presidente Calderón solapó las pillerías de Yunes Linares, de quien señaló que los ingresos que obtuvo como funcionario público de septiembre del 2003 a febrero del 2010 no correspondían a su inmensa y desproporcionada fortuna.
Todavía hace un año, en junio de 2017, Espino Barrientos volvió a abordar este tema. “En este país denunciar es perder el tiempo, denuncié a Miguel Ángel Yunes Linares por corrupción, está abierto el expediente pero no lo quieren resolver”.
Hace cinco días Espino reapareció en Puerto Progreso, Yucatán, donde el ex dirigente panista prometió ante López Obrador que “estaremos promoviendo la adhesión de líderes sociales, de organizaciones, para asegurarnos no solamente de sepultar con votos la corrupción, sino de garantizar el mayor respaldo social que un Presidente de México haya tenido en toda la historia”.
En uno de los discursos que se ha convertido en tendencia, Espino refrendó su compromiso y alentó a la población yucateca a confiar en López Obrador. “Un hombre que no nos va a fallar como lo han hecho otros. Un hombre del temple moral, de la estatura política de López Obrador, es honor estar con Obrador. Pues por ese honor, yo también quiero decirle a Andrés Manuel, en reciprocidad a su confianza, que Ruta 5 y que Manuel Espino tampoco le vamos a fallar”, expresó.
Espino llegó en 2015 a la Cámara de Diputados postulado por Movimiento Ciudadano, pero rompió en marzo del año pasado con el partido de Dante Delgado, quien sorpresivamente se alió con Yunes Linares para apoyar la candidatura de su primogénito en Veracruz.
Por ello es que el ex panista, quien actualmente lidera el colectivo “Ruta 5” que agrupa a 600 organizaciones ciudadanas, decidió no apoyar para la Presidencia de la República a Ricardo Anaya, del frente PAN-PRD-MC, ni a la independiente Margarita Zavala, esposa del ex presidente Calderón.
Espino, hasta ahora, no ha perdido una elección presidencial. En 2000 apoyó a Vicente Fox y en 2006, como dirigente nacional del PAN, ganó con Calderón, quien había iniciado su campaña en el tercer lugar de las encuestas; en 2012, luego de renunciar al partido blanquiazul, se sumó a la candidatura del priista Enrique Peña Nieto.
¿Le atinará también ahora con López Obrador, cuyo enemigo político común despacha actualmente en el Palacio de Gobierno de Xalapa?