Raymundo Jiménez
Según la crónica periodística de la reportera Sandy Barradas, del diario digital Versiones.com.mx, durante su recorrido por el Hospital Regional “Dr. Luis F. Nachón”, el gobernador Miguel Ángel Yunes fue increpado este jueves por una empleada de dicho nosocomio xalapeño, ya que el mandatario veracruzano en lugar de observar las carencias del centro hospitalario ubicado a una cuadra de Palacio de Gobierno, se solazaba con la vista panorámica del edificio.
Las deficiencias que denunciaron en el llamado Hospital Civil son injustificables, no sólo porque Yunes Linares ya rebasó el primer año de su corta administración sino también por la persecución que ha emprendido contra algunos ex funcionarios del Sector Salud del régimen anterior, a los que incluso ha encarcelado por incumplimiento de su deber legal.
Resolver las carencias de los hospitales era, por supuesto, un reto mucho más alcanzable que su promesa de abatir los índices de inseguridad al 50 por ciento en los primeros seis meses de su gobierno. Pero tampoco en mejorar los servicios de salud ha cumplido el gobernante panista.
La reportera relata que mientras el gobernador visitaba el área de Ginecología recién rehabilitada, una empleada se le acercó para referirle que acudiera a las otras salas que requieren herramientas y equipamiento, y no sólo esa que fue remodelada.
La trabajadora, quien omitió dar su nombre para evitar represalias, dijo que carecen de equipos de rayos X y de oftalmología, por lo que consideró que en eso debería fijarse el gobernador y no en la bonita vista panorámica que se tiene en el lugar.
Pero además, durante el recorrido con el mandatario estatal, la propia directora del Hospital Regional, Norma Patricia López Pretelín, se quejó del desabasto de medicamentos, lo que enfureció al secretario de Salud, Irán Suárez Villa, quien entrevistado al respecto declaró a los medios que “la doctora no tiene ninguna idea”, asegurando que todas las unidades médicas del estado tenían un abasto del 80 por ciento.
¿Por qué iba a mentir la doctora López Pretelín, exponiéndose a que en represalia la cesaran?
Además, a un año de este nuevo gobierno, no se entiende cómo es que la unidad de quemados de dicho hospital siga siendo utilizada… ¡como bodega!
Por la experiencia administrativa del doctor Suárez Villa se esperaba que al menos en materia de salud pública se dieran mejores resultados con el cambio de administración.
Sin embargo, al igual que las justificaciones que el actual régimen viene dando ante su rotundo fracaso en seguridad pública, también el secretario de Salud argumenta que ningún hospital público en todo el país tiene un óptimo funcionamiento.
¿Acaso los veracruzanos no pueden aspirar a un sistema de salud de excelencia? ¿Por qué esa actitud mediocre del funcionario? Recursos los hay, sólo que mal encausados. Ahí está el caso de la Secretaría de Desarrollo Social, encargada de repartir despensas, láminas y sarapes, que en 2017 ejerció un gasto de 141 millones 700 mil pesos y para este año, que será electoral, se lo incrementaron a 978 millones 695 mil 980 pesos, aumento de ¡590 por ciento!
Este jueves, por cierto, el diputado priista Carlos Morales Guevara, presidente de la Comisión de Hacienda del Estado, recordó que siguen disponibles 3 mil 400 millones de pesos que no fueron etiquetados en el presupuesto de egresos para este ejercicio fiscal. ¿En qué los van a utilizar? ¿En seguridad pública, dado el incremento en 462% de los plagios que se dieron en los primeros once meses del gobierno yunista, según documentó Isabel Miranda de Wallace, de la organización civil “Alto al Secuestro”, cifras que el fiscal veracruzano Jorge Winckler quiso desmentir inútilmente ya que la activista le reviró que sus estadísticas estaban respaldadas en datos oficiales de los organismos de seguridad nacional?
Ello parece explicar la descortesía del gobernador, quien al salir del Hospital Civil ignoró olímpicamente y le dio la espalda a una reportera que le pedía su opinión sobre lo declarado por la señora Wallace.