Raymundo Jiménez
Mediante encuestazos y a través de la coacción y cooptación de ex funcionarios y líderes priistas, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares insiste en boicotear la ascendente campaña de Pepe Yunes Zorrilla, de la alianza PRI-PVEM, presuponiendo al parecer que si la contienda por la gubernatura se polariza sólo entre su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, del frente PAN-PRD-MC, y el abanderado de MORENA-PT-PES, Cuitláhuac García Jiménez, muchos de los votos del aspirante tricolor podrían sumársele a su primogénito.
Por eso, en las encuestas filtradas desde Palacio de Gobierno no sólo siguen relegando a Pepe en un lejano tercer lugar, sino que ahora han vuelto a recurrir al expediente de la corrupción del ex gobernador Javier Duarte y de su esposa Karime Macías para continuar inflamando el repudio popular hacia el partido del ex mandatario actualmente preso y así tratar de evitar que el candidato del Revolucionario Institucional a la gubernatura siga creciendo en las preferencias electorales como se evidenció el pasado fin de semana en sus recorridos por Papantla y Huatusco, donde encabezó mítines multitudinarios que debieron activar la alarma en el bunker panista porque los miles de asistentes no eran “acarreados”.
De ahí el sospechoso ruido mediático de Sandro Francisco Gómez Valdés, el líder juvenil del PRI, al anunciar este lunes su salida del partido tricolor y anticipando su adhesión a la candidatura de Yunes Márquez, quien está urgido de apoyos porque sigue sin despegar en las encuestas reales. Y es que según afirmó en el sur del estado este domingo el candidato presidencial de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, el junior del mandatario estatal del PAN está a más de diez puntos debajo de Cuitláhuac García.
Sin embargo, el candidato priista no solo deberá resistir la embestida del gobierno de Yunes Linares sino que ahora tendrá que lidiar también con sus supuestos aliados como el nefasto José Abella García, candidato del PVEM a diputado federal por el distrito de Córdoba, cuyos guardaespaldas agredieron este martes a militantes de Antorcha Campesina, a los que amagaron con una de sus armas de fuego. Enterado de este reprobable acto, Pepe Yunes lo calificó de “inadmisible”, lo que le valió una grosera y visceral respuesta del polémico empresario periodístico cordobés en las redes sociales.
Pero, además, Yunes Zorrilla tiene en contra a otros ex priistas “traidores y desleales” que utilizaron al partido solo para buscar beneficios y luego “cargados de dinero se arrodillan, se venden y lo abandonan por otros”, como lo acusó el domingo pasado la candidata a diputada local por el distrito de Pánuco, Octavia Ortega Arteaga.
Inclusive la panuquense, quien presidió la mesa directiva en la Legislatura local anterior, dejó entrever las dificultades que enfrentan quienes como ella decidieron apoyar el proyecto de Pepe Yunes para la gubernatura, pues en su caso dijo que está participando en este proceso electoral “a riesgo” de su vida, tras las reiteradas acciones intimidatorias de que ha sido objeto.
No obstante, la ex legisladora insistió en que con todo y las amenazas de quienes ven que con su participación los electores le devolverán la confianza a su partido para ganar las elecciones en el estado de Veracruz, “no” se va a rajar, por lo que convocó a los verdaderos priistas a dar la cara y convencer a los ciudadanos de Veracruz que el tricolor ha presentado a candidatos honestos y competentes para servir al pueblo.
Por eso no es casual que el gobernador Yunes Linares, más de un año después de la detención de su antecesor en Guatemala y en plena recta final de la complicada contienda electoral por la gubernatura en la que su hijo es uno de los principales protagonistas, haya reactivado el expediente de Karime Macías de Duarte, considerada junto con el ex mandatario veracruzano actualmente preso, un ícono de la corrupción priista.
Este martes, por cierto, entrevistado en el puerto de Veracruz donde presentó su último libro “El pueblo soy yo”, el escritor e historiador Enrique Krauze consideró el caso de corrupción del matrimonio Duarte-Macías como el de “mayor repugnancia” y “una vergüenza histórica para México”, catalogándolo además como el “más importante en el ataúd del PRI”, por el castigo que el tricolor ha recibido en las urnas.
Pero la gran interrogante es si debilitando al PRI, el gobernador Yunes Linares logrará transferir en automático a la candidatura de su primogénito los votos de los simpatizantes de Pepe Yunes.
Y es que al preguntársele a Krauze sobre la contienda local, el discípulo del extinto poeta Octavio Paz respondió que “entiendo que hay una carrera pareja, muy buena señal de democracia”, pero puntualizó que “será el pueblo de Veracruz el que va a decir si refrenda el proyecto de este gobierno (PAN-PRD) o también lo castiga y opta por otro candidato enteramente nuevo”, pues refirió que en una democracia, un gobierno que recurre o cobija actos de corrupción como los de Duarte y su esposa, “debe ser castigado” como lo está pagando el ex mandatario con la cárcel y el priismo en las urnas.
¿El gobierno de Yunes Linares será castigado por encubrir a ex duartistas, como por ejemplo el ex contralor Ricardo García Guzmán, y a otros ex funcionarios que se enriquecieron o incurrieron en ilícitos durante la administración estatal anterior y que a cambio de impunidad están operando electoralmente para salvar el proyecto nepotista del gobernador?