APUNTES…Empezó Fidel, terminó Yunes

Manuel Rosete Chávez

 

“Yo fui quien dijo ‘hijos de

Puta’ a los de la PGR”

Diego Fernández de Cevallos

 

 

El pasado miércoles 28 de febrero, en el puerto de Veracruz, tuvo lugar una ceremonia que en otros tiempos eran comunes. Sí, fue la inauguración del Hospital Infantil Público de Veracruz, que viene a dar servicio a miles de infantes con lo que el gobierno cumple parcialmente con su obligación constitucional de brindar salud a sus gobernados.

Tras diez años de tranzas con esa obra, por fin se terminó. De esa obra lucraron Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares.

Los primeros dos, exgobernadores, sacando raja económica de la obra, y Yunes Linares, raja político electoral, pero los tres en la misma tesitura: nada de cumplir con su obligación de dar salud a sus gobernados, al igual que tranquilidad y seguridad en sus personas y en sus bienes, educación, empleo y tantas cosas más que han quedado en el pasado como compromisos legales con los que deberían cumplir quienes asumen el cargo de gobernador del estado.

La primera obra (inauguración de una clínica) de este tipo que nos tocó presenciar como reportero de El Dictamen, fue la ampliación del hospital civil Dr. Luis F. Nachón, de Xalapa, que fue rehabilitado y reequipado por don Rafael Murillo Vidal. En esa ceremonia no estuvo presente el gobernador, mandó como representante a Manuel Carbonell de la Hoz, Subsecretario de Gobierno, quien por cierto bromeó con uno de “Los Chuchos”, con Juanelo que según estudiaba medicina comentando: “Dios me libre de transitar en estos pasillos a bordo de una camilla para que tú (Juanelo) me intervengas”.

El caso es que poner en funcionamiento una nueva clínica, un hospital de especialidades o un centro de atención de salud debe ser un asunto de cumplimiento de un deber, no de fiesta ni de pretexto para promover candidaturas de los hijos y menos para sacar raja económica como lo hicieron Fidel y Javier Duarte.

Dicen que todo lo de este hospital infantil comenzó con Miguel Alemán Velasco, a quien siendo gobernador el doctor Mauro Loyo Varela le presentó el proyecto, solo que como había cosas más importante en Francia que atender lo hizo a un lado. Vino Fidel Herrera como gobernador y de inmediato le vio al proyecto el ángulo económico y sale, a proceder. El 29 de septiembre de 2008, con una inversión de 244 millones de pesos, inició la construcción de la Torre Pediátrica que tendría diez niveles y con modernos equipos de tecnología de punta para ofrecer atención especializada a los infantes veracruzanos.
En las inmediaciones del Hospital Regional de Alta Especialidad, el gobernador Fidel Herrera Beltrán colocó la primera piedra de lo que sería el más moderno hospital dedicado al cuidado de los niños y jóvenes, para complementar los servicios que presta el nosocomio. Fidel con su habitual verborrea habló del esfuerzo para potenciar los servicios de salud en busca del bienestar colectivo.

En aquel entonces, el jefe de Pediatría del Hospital Regional, René Antonio Espinosa, presentó al Gobernador el proyecto, que consideraba 10 niveles con capacidad para 223 camas, ocho quirófanos y 12 consultorios. Contaría con una construcción de 13 mil 140 metros cuadrados para las áreas de urgencias, hidratación oral, consulta externa, aulas de enseñanza, admisión hospitalaria, inhaloterapia, hemodiálisis y diálisis peritoneal, cardiología, nefrología, oncología, unidad de terapia intensiva, terapia intermedia, cuidados neonatales, cirugía y área de quemados… Muy, pero ¡muy chingón!

Pero terminó el sexenio de Fidel y nada, el proyecto solo quedó en el arranque, eso sí, con muchos millones de pago por adela. Llegó la aspiradora Javidú y sopas, que le cae al proyecto y que lo quintuplica cuando menos en su costo. Autorizó el pago de los millones y nada, el méndigo nosocomio no se terminó de construir a pesar de las enormes necesidades de los niños veracruzanos por contar con una clínica con estas características a las que tienen derecho los veracruzanos.

Este tortuoso camino por construir un espacio hospitalario para nuestros niños terminó hace apenas unos días, cuando el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, gracias a la dedicación y sentido de responsabilidad de su secretario de Salud, el doctor Irán Suárez Villa (de los Suárez de Perote), concluyó la supervisión de la obra y la entregó para que el góber la pusiera en funcionamiento. En este nuevo hospital se atenderán niños recién nacidos hasta los 17 años, y el nuevo edificio conectará con el Hospital de Alta Especialidad a fin de utilizar el moderno equipo de imagenología.

Políticamente, Yunes Linares la definió como “la obra más perdurable de su administración”. Y, bueno, hay que insistir que él solo la terminó, la inició Fidel Herrera Beltrán, quien la aprovechó para saquear igual que su sucesor Javier Duarte, y Yunes Linares se adornó con ella, como si fuere producto de su esfuerzo, y no, él puso la última piedra que siempre es la más importante, pero era su obligación.

 

Oficiales, contagiados de soberbia; ese es el cambio

 

Contagiados por la soberbia que traen sus jefes como escudo de protección, el delegado de Tránsito de Tlalixcoyan, Luis Fernando Carreón Camarero, sostuvo una riña con un joven taxista de esa localidad, al cual tras apuñalear lo ahogó depositando su corpulento cuerpo en la humanidad del trabajador del volante. El incidente tuvo lugar las primeras horas de este jueves, cuando el taxista presuntamente sostuvo una fuerte discusión con elementos de Tránsito del Estado.

Según narran los cómplices del presunto asesino, el delegado de tránsito, el joven taxista Víctor Hugo Pérez Vázquez, de 29 años de edad, al ser intervenido por los elementos de tránsito, supuestamente se tornó violento contra el perito que acudió a tomar conocimiento de un percance.

De acuerdo a versiones de testigos que presenciaron los hechos, tanto el ruletero como los elementos de vialidad pasaron de las agresiones verbales a las físicas, por lo que se desató una riña. Fue así que los agentes solicitaron refuerzos y se trasladó el delegado Fernando Carreón Camarero, de 39 años de edad, el cual se vio involucrado en el incidente, en el que el taxista supuestamente sacó un cuchillo.

El delegado resultó con cortes en el brazo y en un glúteo, mientras que los elementos sometieron al trabajador del volante, pero durante este proceso murió (¿o lo mataron con vileza y saña?).

Paramédicos se presentaron en el lugar y le brindaron los primeros auxilios al delegado, el cual fue trasladado al Hospital Regional de Boca del Río, pero por el taxista nada pudieron hacer ya que no contaba con signos vitales. Elementos de la Policía Ministerial se presentaron en la escena del crimen y trascendió que el ruletero habría fallecido desnucado en una caída durante el pleito, o estrangulado por una “llave china”. Personal de la Fiscalía Regional ya investiga lo sucedido, por lo que los elementos de tránsito ya se encuentran a disposición de la Unidad Integral de Procuración de Justicia y son investigados por lo ocurrido.

 

Héctor rindió protesta

 

Muchos veracruzanos empiezan a colocarse en la primera línea del equipo de trabajo de José Antonio Meade, entre ellos, el senador Héctor Yunes Landa. Veracruz perdió su protagonismo político a nivel nacional desde hace mucho tiempo y, al parecer, con esto comienza la recuperación. Pero si Pepe Yunes gana la gubernatura, Héctor Yunes cumple con eficacia su tarea como coordinador de la campaña en el estado, y algunos más que no se escuchan pero se sienten, vendrán tiempos mejores para el estado.

 

La UAM, contra Winckler

 

Profesores investigadores del Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) campus Iztapalapa, hicieron un pronunciamiento por lo que consideraron un “acto de intimidación” por parte de la Fiscalía de Veracruz en contra de la doctora Rosío Córdova Plaza. También señalan a la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara, por deslindarse del tema. El caso lo consideraron como un atentado contra la libertad de cátedra, de investigación y de expresión.

 

REFLEXIÓN

 

Apenas vio que el barco se hundía y nuestro paisano Dante Delgado Rannauro que salta a un escaño en el Senado de la República. Ni un pelo de tonto, bueno, ni un pelo de nada… ¿Ricardo Anaya, el cerillo? Quién sabe, por ese que respondan los Yunes del estero que hasta pijamada le organizaron en el Palacio de Gobierno. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas