Aiden fue rescatado ileso debajo del cuerpo de su papá con heridas mortales, que junto con su esposa había ido al desfile donde el tirador realizó más de 70 disparos contra la multitud
El tiroteo del 4 de julio en Highland Park, Illinois, dejó una estela de muerte y dolor. Ese día, Aiden McCarthy, de apenas dos años de edad, perdió a sus dos padres.
Kevin, de 37 años, e Irina, de 35, decidieron asistir con su hijo al desfile que por el 4 de julio organizaba la ciudad.
Pero a unos 40 minutos de iniciado el desfile, comenzaron los disparos. Desde el techo de un inmueble, un hombre armado con un rifle disparaba al azar a los asistentes.
Lauren Silva, de 38 años, y su pareja, se dirigían a desayunar cuando empezaron a escuchar los disparos.
“Estábamos apenas abriendo la puerta cuando escuchamos boom, boom, boom”, dijo al Daily Beast.
Silva, su novio y el hijo de éste comenzaron a correr hacia los heridos y de repente, su novio le puso a un niño pequeño en los brazos.
“Mi novio me lo entregó y dijo que el niño estaba debajo de su padre, quien tenía un balazo en la pierna”. El novio intentaba parar el sangrado, y ella se llevó al niño al estacionamiento de su casa, para limpiarle la sangre que llevaba encima. El niño sólo llevaba un zapato y el calcetín estaba completamente ensangrentado.
“Me preguntaba si su mamá y su papá regresarían pronto”, recordó Silva.
Unos 20 minutos después, Silva salió a ver cómo estaba el padre. Se trataba de Kevin, quien no logró sobrevivir. Su esposa tampoco lo logró.
Fue en esas circunstancias que Dana y Greg Ring encontraron a Silva.
“Era una carnicería”
“Ella estaba temblando, todo su cuerpo temblaba”, dijo Dana a la cadena CBS News. “Eso nos hizo ver que podía hacerse responsable del pequeño”.
Entonces, Greg se acercó a Aiden. “Lo puse en mis brazos”. El niño no estaba herido.
Greg se acercó a donde estaban los padres del pequeño Aiden y vio lo que describió como una escena de horror. “Era una carnicería”.
Un médico que atendió a las víctimas señalaría más tarde que muchas estaban irreconocibles, destrozadas por las balas. El agresor disparó más de 70 veces.
Sin saber qué más hacer, Greg y su esposa llevaron a niño al departamento de bomberos. Allí lo recogió un detective policial de Highland Park y lo reunió con sus abuelos en el hospital.
Irina Colon creó una página en GoFundMe para ayudar a recaudar dinero para Aiden.
“La comunidad de North Shore se unió para ayudar a un niño del que no sabíamos nada. Lo pusimos a salvo en circunstancias trágicas, nos unimos para localizar a sus abuelos y rezamos por la seguridad de su familia”, explicó.
Aiden, detalló, “estará al cuidado de su cariñosa familia y tendrá un largo camino por delante para curarse, encontrar estabilidad y, en definitiva, desenvolverse en la vida como huérfano. Está rodeado por una comunidad de amigos y una familia extensa que lo abrazará con amor, y cualquier medio disponible para asegurar que tenga todo lo que necesita mientras crece”.
Sin embargo, ante el desafío económico que implica en cuidarlo, Irina abrió, en nombre de la familia del niño, y con su autorización, la página, que hasta la tarde de este martes llevaba recaudado 827 mil 594 dólares (16 millones 995 mil pesos mexicanos).