El presidente de Estados Unidos emitió un mensaje inesperado este jueves en respuesta al informe del fiscal
EL UNIVERSAL
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio esta noche un mensaje inesperado a la nación, tras el anuncio de que no habrá cargos en su contra por haberse llevado documentos clasificados de su época como vicepresidente. Pero, sobre todo, era un discurso para responder al señalamiento de que es un «anciano bienintencionado, con mala memoria». Sus intentos por subrayar que su «memoria está bien» se vieron opacados cuando confundió al presidente de Egipto con el de México.
Biden convocó a la conferencia improvisada consciente de que los dichos del fiscal especial Robert Hur constituyen un severo golpe a su aspiración de reelegirse, dada la preocupación que ya han expresado los estadounidenses por la edad del mandatario (tiene 81 años). Pero cuando ya había dado por concluido el evento, se regresó para hablar del tema de la guerra de Israel en Gaza. Y cometió un lapsus que terminó convirtiéndose en el centro de las conversaciones en redes sociales.
Cuestionado sobre la respuesta de Israel en la Franja de Gaza tras los ataques del 7 de octubre del movimiento islamista Hamas, Biden dijo que «mi opinión es que la respuesta en Gaza, en la Franja de Gaza, ha sido excesiva». Acto seguido, aseguró que fue él quien convenció «al presidente de México, Al-Sisi», para que «abriera las puertas» a los refugiados palestinos. En realidad, Biden se refería al presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y no al de México, Andrés Manuel López Obrador.
En noviembre pasado, tras semanas de presiones, Egipto abrió el paso de Rafah, que conecta la Franja de Gaza con la Península del Sinaí, para permitir el paso de palestinos heridos, o aquellos con doble nacionalidad. Se trata de una zona clave, ya que es el único paso de Gaza que no está controlado directamente por Israel, que emprendió una ofensiva en el enclave palestino en respuesta a la incursión de Hamas del 7 de octubre que dejó más de mil muertos y más de un centenar de secuestrados. La respuesta israelí deja ya un saldo de casi 30 mil muertos.
«Sé qué demonios estoy haciendo»
El lapsus opacó el resto del mensaje del demócrata. Biden inició la conferencia subrayando la decisión del fiscal Hur de no presentar cargos en su contra por el caso de los documentos clasificados. Insistió en que no violó la ley y agradeció que el fiscal contrastara su caso con el del expresidente Donald Trump, quien sí fue procesado por haberse llevado de la Casa Blanca documentos clasificados. La diferencia, dijo Biden, es que mientras él «cooperó totalmente» con la justicia y entregó de inmediato los documentos, Trump se negó a hacerlo hasta que lo obligaron e incurrió en obstrucción de justicia.
Según Biden, el fiscal no concluyó que el mandatario se llevó los documentos «deliberadamente», y defendió que fue su personal quien los sacó durante la mudanza.. Biden también rechazó la conclusión de Hur de que haya difundido, como ciudadano privado, la información contenida en dichos documentos. «No difundí nada», contestó el jefe de Estado.
Pero la clave de la conferencia, realizada en la sala de recepciones de la Casa Blanca, era enfrentar los dichos del fiscal acerca de que la memoria de Biden está «severamente limitada».
Visiblemente enojado, Biden dijo que en el documento «incluso hay una referencia a que no recuerdo cuándo murió mi hijo [Beau, quien falleció por cáncer en 2015]. Cómo se atreve a sacar eso a relucir. No necesito que nadie me recuerde cuándo murió mi hijo. Lo recuerdo todos los días». Mostró el rosario que lleva en la mano, que él le regaló a Beau tras un viaje a México, y que se quedó tras la muerte de su hijo.
Biden aseguró que el trabajo del fiscal era determinar si había razón para procesarlo o no. «Lo demás está fuera de lugar».
En medio del caos de preguntas, que se perdían entre el griterío, Biden retomó la frase del reporte del fiscal Hur en la que lo calificó de «anciano bien intencionado con mala memoria» y dijo: «Tengo buenas intenciones, y soy un hombre mayor, y sé qué demonios estoy haciendo».
Otra periodista le preguntó por qué, a sus 81 años, está buscando la reelección, y por qué tiene qué ser él, pese a la preocupación expresada por los estadounidenses sobre si es apto para seguir gobernando. «Estoy contendiendo porque soy la persona más capacitada para hacerlo», espetó Biden, furioso.
«Mi memoria está bien y no violé la ley», concluyó el mandatario.
Hur fue designado en enero de 2023 por el secretario de Justicia, Merrick Garland, después de que se encontraran documentos secretos en una casa de Biden en Wilmington (Delaware, noreste), y en una antigua oficina. Datan de cuando era vicepresidente (2009-2017) de Barack Obama.
Este jueves de dio a conocer el reporte con las conclusiones de la investigación, en las que el fiscal descartó recomendar cargos contra el mandatario, a pesar de señalar que éste retuvo intencionadamente los documentos.
Divulgación «intencionada»
«Nuestra investigación encontró pruebas de que el presidente Biden retuvo y divulgó intencionadamente materiales clasificados después de su vicepresidencia cuando era un ciudadano privado», relata el fiscal.
Entre los documentos clasificados hay material relacionado con la política de Estados Unidos hacia Afganistán y anotaciones manuscritas de Biden sobre cuestiones de seguridad nacional y temas sensibles de inteligencia.
No obstante, Hur sostuvo que las pruebas recabadas no son suficientes como para considerar al mandatario culpable de un delito.
La política del Departamento de Justicia establece que el jefe de Estado no puede ser acusado mientras esté en ejercicio, pero el fiscal afirma en su informe que habría llegado «a la misma conclusión» incluso si no existiera esta limitación.
Entre las casi 400 páginas de conclusiones de la investigación lo que más revuelo causó fueron las referencias deHur a la mala memoria del presidente.
El fiscal comentó que Biden demostró «una memoria significativamente limitada» en los interrogatorios y que su condición en 2023 había empeorado en comparación con grabaciones que se tenían de 2017.
El mandatario, por ejemplo, no recordaba las fechas en las que ejerció como vicepresidente, habiendo olvidado tanto el año en el que comenzó como en el que concluyó ese cargo.
«No recordaba ni siquiera cuándo murió su hijo Beau», fallecido de cáncer en 2015, relató el fiscal.
Biden ha reconocido en el pasado que su edad es un factor de preocupación entre los estadounidenses, pero alega que a él no le preocupa porque sabe que lo que él aporta al cargo es «experiencia». Sin embargo, encuestas indican que los estadounidenses creen que Biden no debería buscar un segundo periodo y les preocupan los frecuentes lapsus del mandatario. Esta misma semana confundió al presidente francés Emmanuel Macron con el fallecido Francois Mitterrand, y a la canciller alemana, Angela Merkel, con el fallecido Helmut Kohl.
«Es una pesadilla», dijo a NBC News un miembro demócrata de la Cámara de Representantes que pidió hablar bajo anonimato para ofrecer una evaluación franca, y añadió que los dichos del fiscal «debilitan electoralmente al presidente Biden. Para los demócratas, estamos en una situación sombría».