Irineo Pérez Melo
Apazapan, Ver.- Por el incumplimiento del acuerdo signado hace tres años entre la empresa cementera Moctezuma y los pequeños propietarios de la congregación Cerro Colorado, decidieron bloquear el paso a las unidades que transportan el material pétreo y a los obreros de las instalaciones que se encuentran en este lugar, cerrando la carretera Candil Blanco-Apazapan.
Javier Pineda Rodríguez, a nombre de los quejosos señaló que en ese tiempo la cementera estableció el compromiso de construirles tres puentes vados en este mismo tramo carretero, la rehabilitación del camino y la electrificación.
Expresó que ese convenio se estableció para que la planta trituradora se instalara en las inmediaciones de sus propiedades y a la fecha no han sido atendidos por parte de empresa mencionada.
“El actual comité de administración de la misma se ha negado a recibirlos, a pesar de que una comisión de propietarios se trasladó a las oficinas centrales en la ciudad de México”.
Por la negativa de los directivos resultan afectados 32 pequeños propietarios, más 12 ejidatarios, por la emisión de polvo que se produce al triturar las piedras calizas que son lanzadas al medio ambiente, afectando sus cultivos de chayote, papaya, maíz, frijol, naranja, entre otros.
Consideraron que hubo dolo por parte de los directivos de la cementera, pues el convenio no fue firmado por ellos, sino por las autoridades municipales anteriores, que encabezó el exalcalde Efraín González Flores. “Nosotros no fuimos tomados en cuenta, por eso consideramos que hubo dolo”, añadió.
El representante de los pequeños propietarios, mencionó que ante esta situación decidieron bloquear el acceso a las unidades de la cementera (unos 30 de ellas diariamente de los empleados y los de carga) desde el pasado lunes y hasta el momento las autoridades municipales no se han acercado a ellos para conocer el problema que enfrentan.
“Por tal motivo nos vimos obligados a tomar estas medidas para que nos hagan caso, ya que los únicos que acudieron a visitarnos fue una patrulla de la policía municipal y una notaria pública a dar fe de los hechos”.
Los representantes de la empresa ni siquiera se han acercado a nosotros, por lo que permaneceremos en este lugar el tiempo que sea necesario, indicó, para luego señalar que de manera paralela a esta acción, se interpuso una demanda.
A su vez, Rafael Francisco Cotreras Lagunes, comisariado ejidal del ejido de Apazapan, mencionó que desde que inició operaciones la cementera, los ejidatarios no han visto ningún beneficio que les proporcione, por el contrario, tienen que soportar los problemas ambientales que trae consigo su funcionamiento.
La única beneficiada es la cementera y a pesar de ello, se niegan al diálogo sus representantes, porque tanto los ejidatarios como los pequeños propietarios estamos dispuestos al diálogo para que nadie salga perjudicado, añadió.
A su vez, Fernando Benítez Murga, apoderado legal de los pequeños propietarios, insistió que hay dolo por parte de la empresa, porque las negociaciones debió de haberlas realizado con ellos y no con la autoridad municipal, porque son ellos los directamente afectados.
En ese tenor, dijo que solicitarán la cancelación, puesto que las obligaciones que se pactaron en el mismo no han sido cumplidas en su totalidad, como es el caso de los puentes vados, la pavimentación del camino con cemento hidráulico.
La cementera, aún cuando no se han presentado sus representantes a negociar con los pequeños propietarios, tiene la obligación de cumplir con los acuerdos pactados con la autoridad municipal, terció Sofía Marisol Sánchez García, abogada de los afectados.
Por el bloqueo de este acceso, las unidades automotoras utilizan la entrada principal por la comunidad Carrizal, aunque ello les afecte por la distancia que tienen que recorrer hasta la planta trituradora, se indicó por último