El suceso se produjo minutos antes de las 11 de la mañana, cuando un camión cisterna de gas licuado servía un depósito del hotel. La tesis más probable es que la explosión se debiese a un escape
EL UNIVERSAL
Las autoridades cubanas reportaron que se elevó a 18 el número de víctimas mortales en la fuerte explosión en el Hotel Saratoga, en La Habana, registrada la mañana de este viernes.
La Presidencia de Cuba informó que tras una sesión informativa en la que participó el presidente Miguel Díaz-Canel, suman 17 adultos fallecidos, incluida una embarazada, un menor de edad muerto, 50 adultos hospitalizados y 14 menores de edad internados.
En la sesión también participaron el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y titulares de varias carteras y autoridades de La Habana.
La Presidencia de Cuba mencionó que el mandatario aseguró que «estamos centrados en la atención a las personas, a los familiares de los fallecidos y también de quienes se encuentran hospitalizados. El trabajo de las instituciones de Salud y equipos de rescate y salvamento ha sido inmediato».
De acuerdo con la Presidencia de la isla, «continúan trabajos para valorar estado de las estructuras del hotel y edificaciones aledañas».
«Los niños de la escuela primaria que sufrió afectaciones serán reubicados en otras instituciones educacionales de la zona, lo cual permitirá que el lunes asistan a las aulas».
También el mandatario, «agradeció la solidaridad que han manifestado varios países amigos ante la ocurrencia del lamentable accidente».
El suceso se produjo minutos antes de las 11 de la mañana, cuando un camión cisterna de gas licuado servía un depósito del hotel. La tesis más probable es que la explosión se debiese a un escape.
La explosión hizo que colapsara una sección del edificio -de siete alturas- y que se desprendiera la fachada de los tres primeros pisos, provocando una lluvia de toneladas de escombro sobre la acera. El camión cisterna quedó parcialmente sepultado
Comienzan trabajos de emergencia en La Habana
La explosión provocó una gran columna de humo blanco, que fue visible en gran parte de la capital.
Al lugar de los hechos acudieron rápidamente bomberos, agentes de policía y equipos de emergencias, que trasladaron a los afectados a varios centros hospitalarios cercanos. Un colegio aledaño fue evacuado.
Un grupo de especialistas comenzó entonces a desescombrar la zona en busca de posibles víctimas atrapadas en el edificio, tareas que se prolongaron hasta la noche.
De forma paralela se levantó con una grúa y entre grandes precauciones el camión cisterna accidentado, que tenía aún gas licuado altamente inflamable en su interior, y se depositó en un camión de grandes dimensiones para su traslado