La FAO también sostiene que un 70 % de la huella hídrica mundial está relacionada con la producción de alimentos.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el agua es fundamental para el desarrollo socioeconómico, la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y para la supervivencia de los seres humanos. Sin embargo, algunas naciones sufren por el desabasto, entre ellas México, donde el norte lleva varios meses sin servicio constante. Pero contrario a lo que se cree, el consumo de la gente no es lo que ha agotado el agua.
Por ejemplo, Monterrey, capital del estado de Nuevo León, hoy enfrenta una de las mayores crisis hídricas en más de tres décadas, lo que ha obligado a sus cinco millones de habitantes a vivir bajo cortes diarios de agua de más de 12 horas (en algunos casos hasta de semanas) y tener que abastecerse de cisternas y pozos subterráneos, lo que ha exacerbado el malestar entre los pobladores y las protestas callejeras.
En 2021, en un reportaje de la revista “Gatopardo” recogió cifras de la Comisión Nacional del Agua, las cuales indican que el 75% de la que se extrae en nuestro país la utiliza el sector agrícola, mientras que el uso público sólo representa el 14.7%, el sector industrial ocupa el 5% y el resto, 5.3%.
¿Qué es la huella hídrica?
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) establece que es un concepto desarrollado por el profesor Arjen Y. Hoekstra, es un indicador de uso de agua que tiene en cuenta tanto el uso directo como indirecto por parte de un consumidor o productor.
«Lo que comemos es uno de los desencadenantes más poderosos de la mayoría de los principales problemas ambientales del mundo, ya sea el cambio climático o la pérdida de biodiversidad», aseguró Joseph Poore, investigador de Oxford para la BBC sobre este tema en 2018. La FAO también sostiene que un 70% de la huella hídrica mundial está relacionada con la producción de alimentos.
¿Qué alimentos y productos comunes son los que más agua requieren?
En su página web, Water Footprint network señala que al medir el volumen y la fuente de agua consumida en la producción de un producto y el volumen de agua necesario “podemos obtener una idea de cómo un producto específico contribuye a las crecientes preocupaciones de escasez de agua y degradación de la calidad del agua”.
«Lo que comemos es uno de los desencadenantes más poderosos de la mayoría de los principales problemas ambientales del mundo, ya sea el cambio climático o la pérdida de biodiversidad», aseguró Joseph Poore, investigador de Oxford para la BBC sobre este tema en 2018. La FAO también sostiene que un 70% de la huella hídrica mundial está relacionada con la producción de alimentos.
¿Qué alimentos y productos comunes son los que más agua requieren?
En su página web, Water Footprint network señala que al medir el volumen y la fuente de agua consumida en la producción de un producto y el volumen de agua necesario “podemos obtener una idea de cómo un producto específico contribuye a las crecientes preocupaciones de escasez de agua y degradación de la calidad del agua”.
Hay productos y alimentos tales como la cerveza, el chocolate, el vino, la carne o incluso los jeans de mezclilla que usamos a diario que consumen miles de litros en su elaboración, por lo que existe la posibilidad de que al comprarlos de manera indiscriminada se contribuya con la crisis hídrica.
¿Qué es lo que se puede hacer?
“Los puntos de referencia de la huella hídrica se pueden utilizar para establecer objetivos de reducción en un proceso individual”, explica Water Footprint network. Además, detalla que los gobiernos, por su parte, pueden utilizar la información para comenzar a legislar regulaciones y centrar las inversiones, ya sea en capacitación, infraestructura o mejores prácticas de gestión. También se puede utilizar para medir el papel de un producto en la economía.
Las empresas deben entender su dependencia del agua y medir la eficiencia de los recursos de la producción pueden evaluar si sus productos son sostenibles o no. De la misma manera, revelar las huellas hídricas de sus productos o de su empresa para informar mejor a los consumidores.
“Esto llevará a las empresas a dirigir estratégicamente los recursos para garantizar la eficiencia de los recursos y la sostenibilidad ambiental del uso del agua en las operaciones, las cadenas de suministro y las cuencas fluviales”, sostiene la organización.
En cuanto a los ciudadanos, deben imperiosamente saber cuánta agua se utiliza para fabricar sus productos de consumo cotidianos y comprender la relación entre sus decisiones de consumo y los problemas de la escasez de agua, para decidir si vale la pena o no comprar cierto artículo.