Por: José Miguel Cobián
Al día en que usted lea este artículo pensará que todavía hay posibilidades para cualquiera de los tres candidatos para ganar la gubernatura del estado, aunque en realidad, al día de hoy parece que ya todo esta decidido a favor de uno de los candidatos.
Primero juguemos a las especulaciones: Habrá quien diga que los errores magnificados de los alcaldes de Xalapa y del resto de la ciudades que hoy gobierna ese partido político. Habrá quien diga también que está convencido de que AMLO es un peligro para México como nos han venido diciendo y convenciendo, y por lo tanto, el voto útil se irá a cualquiera de los otros dos candidatos. Incluso se seguirá especulando si Morena recibió apoyos del gobierno anterior, y quien considere que sí los recibió, ahora dirá que no puede obtener los votos necesarios para la gubernatura.
Habrá también quien diga que el PAN tiene como muy mal antecedente la falta de logros del actual gobernador, y la desilusión que ha generado en los veracruzanos, lo cual puede darle una oportunidad a cualquiera de los otros dos candidatos. También hay quien insiste en que Veracruz es un estado muy politizado y los jarochos no van a permitir que se herede el estado. Tampoco importará la venganza de todos los empleados estatales despedidos injustamente y sus familias, pues su efecto es mayoritario en Xalapa, pero no tan significativo en el resto de los municipios del estado.
Por el lado colorado, habrá quien diga que los negativos que trae el PRI a raíz de los escándalos de Duarte magnificados por el actual gobernador, harán efecto en los votantes veracruzanos y de ninguna manera le darían la oportunidad al tricolor de volver a gobernar Veracruz, cuando menos, no tan pronto.
Y de ahí podemos especular sobre lo que queramos, pero las elecciones se ganan con votos y los votos se consiguen de distintas maneras… En algunos casos mediante el convencimiento de los votantes con los proyectos de trabajo, con el carisma de el candidato, en fin, incluso con la compra de votos, y también con la coacción del voto mediante programas sociales.
La realidad es que es muy sencillo hacer las cuentas sobre cuántos votos se requieren para ganar la gubernatura, y el origen de esos votos. Definitivamente se requiere más de un millón de votos para ganar, y de entrada Acción Nacional tiene un voto duro fuerte en el estado, tan fuerte que los llevó a ganar la gubernatura… El PRI tiene el problema de que muchos de sus operadores ahora trabajan para el gobierno en turno, – sicarios al fin-. Y Morena todavía padece de algunos problemas para conformar su estructura electoral y de defensa del voto, lo cual le impide que incluso ganando la elección, pueda demostrar con documentos que la ganó.
El dinero está del lado de Acción Nacional y de la Revolución Democrática, la estructura partidista también está de su lado y quizá lo más importante, un enorme refuerzo al voto duro mediante el incremento de presupuesto de la secretaria de desarrollo social. Un incremento tan importante que acerca a los mil millones de pesos el presupuesto de dicha secretaria.
Hagamos cuentas muy sencillas, consideremos seiscientas mil familias recibiendo despensas y apoyos desde ahora hasta el día de la elección, y sumemos ciento cincuenta mil madres solteras que van a recibir apoyos del gobierno del estado mes a mes. Todos con la promesa de que van a continuar recibiendo dichos apoyos a lo largo de los próximos seis años. Consideremos que cada beneficiario debe llevar a otra persona a las urnas a votar por Miguel Ángel jr, y si gusta, eliminemos un porcentaje de personas que votarán por otro partido, a sabiendas de que nadie sabrá el sentido de su voto. Este porcentaje no será muy alto, pues los partidos políticos siguen con la línea del INE de explicar que el voto es secreto, pero no le explican al votante que nadie podrá conocer el sentido de su voto, y mientras no le expliquen eso a la mayoría de la población, seguramente continuará la coacción y compra del voto.
Pero regresando a la teoría nada descabellada que estoy desarrollando, después de sumar ese incremento brutal de presupuesto a Sedesol, y el incremento del padrón de beneficiarios a niveles nunca vistos en el estado, todavía hay que incrementar el voto de los simpatizantes de la alianza PAN-PRD. Así, las cuentas muestran que esta alianza es invencible en el estado de Veracruz.
Un PRI sin los operadores que le mueven gente y sin los recursos del estado no se ve muy poderoso para enfrentar a la maquinaria Blanquiazul. Una maquinaria que tendrá a su vez el recursos para inhibir a movilizadores mediante la fuerza pública, lo cual siempre se ha hecho y en un análisis serio debe de tomarse en cuenta. Y sobre todo un PRI enfrentado a uno de los mejores operadores políticos salidos de sus propias filas, a quien no se le pueden pasar ninguna de las ¨habilidades ¨ para ganar una elección, del otrora invencible partido político de Veracruz.
En el caso de Morena, tienen el problema de garantizar que su estructura esté completa, que no ceda a las tentaciones económicas o al chantaje al que pudieran enfrentar el día de la elección, y sobre todo, al mundial de futbol, que puede hacer que muchísima gente se quede en sus casas… O alguna estrategia que inhiba a la gente para salir a votar, sobre todo en las ciudades donde tiene voto mayoritario.
El escenario comentado en este artículo puede variar, pero quien esto escribe considera que es la fotografía del día de hoy.
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