El Gobierno mexicano pide restringir la comunicación de Elba Esther Gordillo

elpais.com

Un juez ha restringido la comunicación de Elba Esther Gordillo en su prisión domiciliaria. La polémica exdirigente vitalicia del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) solo podrá comunicarse con familiares, médicos y los abogados que la defienden en los juicios por lavado de dinero y delincuencia organizada. La medida fue exigida por la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía). La dependencia justificó ante un togado que la sindicalista recibía en su apartamento «más de una decena de personas diariamente» y que el uso «desmedido» de los medios de comunicación «podrían desestabilizar la paz y seguridad del Estado», según un escrito de las autoridades fechado el 8 de febrero.

La noticia se ha dado a conocer justo cuando los medios reportan los esfuerzos de Gordillo por recuperar la influencia política que tuvo antes de ser defenestrada del sindicato, en 2013. La maestra, como se la conoce, dejó en diciembre pasado una prisión femenil al sur de la Ciudad para ser trasladada a su penthouse. Su defensa llevaba meses pidiendo el beneficio de la prisión domiciliaria, al cual se puede acceder cuando el preso cumple 70 años. Elba Esther Gordillo los cumplió hace tres años. La Fiscalía se había negado a otorgarle el permiso hasta que a finales del año pasado se desistió en impugnar la medida.

El 23 de diciembre, un juez ordenó retirarle a la sindicalista el brazalete electrónico que usaba para cuidar su salud mental. Ese mismo juzgador consideró que Gordillo podía recibir visitas en su apartamento y recibir cualquier llamada telefónica. La decisión de este miércoles da marcha atrás a estos permisos. La petición de la Fiscalía coincide también con los tiempos políticos rumbo a las elecciones presidenciales del 1 de julio. En el pasado, Elba Esther fue secretaria general del PRI, después fue cercana al Gobierno del PAN de Felipe Calderón (2006-2012). Durante esa Administración el sindicato fue utilizado para ser la base de Nueva Alianza, un partido político que hoy está aliado con el candidato presidencial priista, José Antonio Meade.

Algunos analistas mexicanos consideran que Gordillo está operando políticamente para vengarse del Gobierno de Enrique Peña Nieto, quien la detuvo en febrero de 2013 y le abrió causas penales por corrupción y por el desvío de las cuotas sindicales a sus cuentas bancarias. En mayo de 2017, la imputada fue exonerada del delito de defraudación fiscal.

En su petición para restringir la comunicación, la Fiscalía asegura que no cuenta con elementos que vigilen la conducta de la procesada. «[La Agencia de investigación Criminal] no tiene la posibilidad de observar directa y permanentemente e interior del departamento confinado para la prisión preventiva domiciliaria». El Gobierno mexicano no tiene ojos dentro del hogar de Elba Esther, la vigilancia se limita exclusivamente «a la periferia del edificio y al exterior» del apartamento. Esto, considera la Fiscalía, «trae como consecuencia que no se tenga un conocimiento objetivo respecto de las comunicaciones y temas que se entablan con las personas que visitan a la hoy procesada».

Gordillo debe presentar ante un juzgado federal una lista de personas cercanas. Estas serán las únicas visitas y llamadas permitidas. Las autoridades también han determinado que las visitas no podrán entrar al apartamento con teléfonos móviles ni computadoras. La defensa de la exdirigente del SNTE se ha inconformado con la decisión judicial y ha anunciado que promoverá un amparo para dejar sin validez estas restricciones.

El círculo cercano a Gordillo parece haber elegido ya candidato a las presidenciales. El nieto y yerno de la maestra han sido captados en mitines de Andrés Manuel López Obrador, el aspirante presidencial de Morena. Ambos forman parte de un brazo político que busca hacer un trasvase de apoyos del magisterio desde Nueva Alianza a la campaña de Juntos Haremos Historia (Morena-PT-Encuentro Social). Gordillo también busca recuperar poder en la cabeza de la SNTE. El actual líder del sindicato, Juan Díaz de la Torre, se ha enrocado en un abierto enfrentamiento con los simpatizantes de la polémica exsindicalista. El enfrentamiento se agudizará en las próximas semanas mientras suba la temperatura política rumbo a los comicios.