El expresidente informó que su hijo «Bobby» supervisó de forma honoraria la rehabilitación de trenes y obras del Corredor Interoceánico, pero no hay registro de ello
LATINUS
El gobierno federal no dejó pruebas ni documentos que permitan conocer cómo participó y operó Gonzalo “Bobby” López Beltrán en el proyecto del Corredor Interoceánico.
El hijo de Andrés Manuel López Obrador supervisó de forma honoraria la rehabilitación de trenes en el istmo de Tehuantepec y otras construcciones del Corredor Interoceánico, como el rompeolas de Salina Cruz, según lo reveló el expresidente el pasado 5 de julio.
En un ejercicio de transparencia, Latinus realizó solicitudes de información a la Secretaría de Marina, a la administración portuaria de Salina Cruz y a las empresas estatales Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y Corredor Interoceánico, para acceder a las minutas y documentos generados en las reuniones en las que estuvo presente «Bobby» como parte del encargo de su papá.
Ninguna oficina registró las participaciones, opiniones y decisiones tomadas por el hijo de López Obrador. Las respuestas oficiales revelan que su presencia se hizo con opacidad, sin control y fuera de los canales que regulan el servicio público.