EFE.- El papa Francisco expresó hoy su preocupación por la persecución de líderes religiosos en Nicaragua y pidió al presidente Daniel Ortega un diálogo abierto para que “se puedan encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacifica”.
En un llamamiento al final del rezo del ángelus en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco no hizo referencia al arresto este viernes del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, por parte de agentes policiales.
El mensaje ocurre a cuatro días de que veintiséis exjefes de Estado y de gobierno de Europa y Latinoamérica mostraron este miércoles su preocupación ante la “persecución religiosa desatada por la dictadura” del presidente de Daniel Ortega, e instaron al papa Francisco a que salga en defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa.
“Sigo con cercanía, con preocupación y dolor la situación que se ha creado en Nicaragua que afecta a personas e instituciones, quisiera expresar mi convicción y mi deseo de que por medio de un dialogo abierto y sincero se pueden encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacifica”, dijo el papa, que hasta hoy no había hablado de la situación en Nicaragua.
Las peticiones del sumo pontífice ocurren en el contexto en el que Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí fue arrestado este viernes dentro del palacio episcopal provincial, junto con cinco sacerdotes, dos seminaristas, y un camarógrafo, después de que haber estado 15 días confinados.
La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, consuegro del presidente Daniel Ortega, confirmó que realizaron un operativo en la madrugada en la sede episcopal de Matagalpa en la que sacaron contra su voluntad a Álvarez y a sus colaboradores, y luego los trasladaron a Managua.
La captura de Álvarez, precedido por el arresto de tres sacerdotes, es el capítulo más reciente de las tensas relaciones que mantiene la Iglesia católica nicaragüense y los sandinistas encabezados por el presidente Daniel Ortega.