Entrevista con Martha Bárcena: «Pediría asilo político a otro país» si Ebrard gana la Presidencia

La embajadora eminente Martha Bárcena describe a Proceso los primeros desencuentros con el canciller, Marcelo Ebrard, desde que comenzó el gobierno de la 4T.

PROCESO

La embajadora eminente Martha Bárcena describe a Proceso los primeros desencuentros con el canciller, Marcelo Ebrard, desde que comenzó el gobierno de la 4T. Explica que una de las primeras desavenencias con el secretario de Relaciones Exteriores y aspirante presidencial fue cuando él propuso una oficina alterna –rechazada por López Obrador– encabezada por Javier Joaquín López Casarín, del Partido Verde, para hacer gestiones ante Estados Unidos. En entrevista, Bárcena también detalla cómo Ebrard aceptó ante Washington el programa migratorio “Quédate en México”, tema que provocó el enojo del canciller.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).–La creación de una oficina paralela a la embajada de México en Estados Unidos, tras la llegada de la actual administración en 2018, fue la estrategia que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, buscó implementar por encima del nombramiento de Martha Bárcena Coqui como embajadora. Esa decisión del secretario marcó el primer desencuentro, asegura la diplomática.

Después del punto sin retorno del martes 14, cuando el canciller hizo fuertes señalamientos contra la embajadora desde la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, Bárcena Coqui no descarta consecuencias que la podrían afectar, porque sus declaraciones se considerarían un riesgo para las aspiraciones presidenciales del funcionario federal.

Por esa razón Martha Bárcena responsabiliza directamente al secretario Marcelo Ebrard de lo que le pueda suceder. “Que no me vaya a pasar nada, que no me vaya a caer y romper una pierna. Que no le pase nada a la casa donde vivo, ni a mi familia porque hago directamente responsable a Marcelo Ebrard”, dice.

La embajadora eminente describe a Proceso cómo se dio la primera discusión que llevó a ambos a una posterior relación institucional e incluso de cordialidad, pero no de amistad.

El canciller propuso la oficina alterna y “el presidente no la autorizó. Ebrard quería mandar y poner al frente de esta embajada, para hacer gestiones en Estados Unidos, al señor (Javier Joaquín) López Casarín, su amigo del Partido Verde”, relató.

Enseguida la exfuncionaria externó su inconformidad: “Yo le dije que, si el señor López Casarín iba a Estados Unidos a hacer cualquier gestión a nombre del gobierno de México, yo lo iba a desmentir, porque no tenía ninguna autorización ni ningún rango ni ningún cargo para hacerlo. Y Ebrard me respondió: ‘¿Me estás amenazando?’; le dije: ‘No, yo nunca amenazó a nadie. Yo nada más informo lo que voy a hacer’”.

López Casarín logró realizar gestiones en Washington, como lo reveló el reportero Mathieu Tourliere en Proceso en enero de 2020 a partir de una carta de agradecimiento firmada por Kirstjen Nielsen, entonces titular del Departamento de Seguridad Interna (DHS) de la administración Trump.

Fechada el 4 de febrero de 2019, apenas dos meses después de la toma de posesión de López Obrador, la misiva fue enviada a la sede de la Cancillería dirigida a “Javier López Casarín, jefe de Asesores del secretario Marcelo Ebrard”.

Dice el documento: “Querido Javier, quería agradecerle por su liderazgo y hospitalidad durante el periodo de transición entre la administración pasada y la administración de López Obrador y, ahora que están en el gobierno, por su cercana cooperación con nosotros en un rango de temas de importancia mutua”.

Además de agradecerle por un regalo que le hizo el ahora diputado del Verde, Nielsen le dijo: “Confío en que Usted y el secretario Ebrard seguirán siendo socios esenciales para el DHS y Estados Unidos”.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2416 de la revista Proceso