Estados Unidos prohibirá la venta e importación de vehículos conectados con tecnología china y rusa
EL IMPARCIAL
El gobierno de Estados Unidos anunció nuevas medidas que prohíben la venta e importación de vehículos conectados que incluyan tecnología china o rusa. La decisión busca proteger la seguridad nacional frente a posibles riesgos asociados con el uso de componentes y software de estos países.
¿Qué implica la prohibición?
La normativa prohíbe tanto el hardware como el software de origen chino o ruso en vehículos conectados. Esto incluye tecnologías como sistemas de navegación, cámaras, micrófonos y dispositivos conectados a internet. Las autoridades consideran que estas tecnologías podrían ser utilizadas para recopilar información sensible o comprometer la seguridad del país.
Las restricciones serán implementadas de forma progresiva:
- Software: A partir de los modelos de vehículos de 2027.
- Hardware: Desde los modelos de 2030.
¿Qué vehículos están afectados?
Aunque actualmente no se venden autos conectados chinos en Estados Unidos, sí hay autobuses de la marca BYD en California, que no están incluidos en la prohibición. Otros fabricantes, como Volvo, Polestar, Buick y Lincoln, tienen modelos de origen chino en el mercado estadounidense.
Tesla también produce vehículos eléctricos en China destinados a la exportación, lo que podría estar bajo revisión en el futuro.
¿Por qué se tomó esta medida?
El Departamento de Comercio, respaldado por la Casa Blanca, justificó la decisión argumentando que los vehículos conectados son más que simples medios de transporte. Ahora son computadoras móviles con acceso a datos sensibles, lo que los convierte en posibles herramientas para adversarios extranjeros.
La secretaria de Comercio saliente, Gina Raimondo, destacó:
Los autos son computadoras con cámaras, micrófonos y GPS conectados a internet. Esta medida protege la seguridad nacional y la privacidad de los estadounidenses.
¿Cómo afecta a la industria automotriz?
La Alianza para la Innovación en el Automóvil, que representa a fabricantes como General Motors, Ford, Kia y Stellantis, expresó su apoyo a la normativa. Según su presidente, John Bozzella, estas restricciones son necesarias para mitigar los riesgos asociados con tecnologías desarrolladas por países considerados adversarios.
Además, el gobierno planea emitir reglas específicas para autobuses y camiones debido a la complejidad de sus cadenas de suministro.
El impacto en la seguridad nacional
La medida busca proteger el sistema de transporte de Estados Unidos, considerado una infraestructura crítica. Según las autoridades, evitar el uso de tecnologías de China y Rusia reduce el riesgo de que agentes externos interfieran o comprometan el funcionamiento de esta red vital.
El gobierno enfatizó que esta normativa es parte de un esfuerzo más amplio por asegurar las cadenas de suministro y mantener alejados a actores malintencionados.