No hay alternativas de banca de desarrollo que apuntale a este sector en la producción al estar totalmente hipotecado: Teresa Carbajal.
Irineo Pérez Melo.- La extinción de la Financiera Nacional para el Desarrollo no soluciona en nada la problemática que vive el campo actualmente, por el contrario complicará más su situación al provocar crisis alimentaria y más pobreza, al no tener una alternativa de banca de desarrollo que apuntale al campo para potenciar la productividad en todo el país y estar el campo totalmente hipotecado.
Esto lo informó Teresa Carbajal Vázquez, representante legal de El Barzón de Resistencia Civil, A. C., en el estado de Veracruz, quien dijo que por tal motivo, los productores agropecuarios caerán en las manos de agiotistas, intermediarios financieros y de la banca comercial para allegarse recursos y poder financiar sus proyectos productivos, provocando con ello, un mayor encarecimiento al crédito.
En conferencia de prensa, donde estuvo acompañado de Rómulo Melchor Vallejo, presidente de la Unión Nacional de Productores de Café de El Barzón, expresó que lo grave de la decisión tomada, al alegar desequilibrio financiero en la institución, producto de los malos manejos de las financieras intermediarias que se encargan de dispersar los recursos a los beneficiarios agrarios, lo cierto es que hay falta de claridad sobre la situación que guardan los créditos pendientes de ser entregados a sus beneficiarios, los juicios de embargo a productores agrícolas que por imagino han comprometido sus tierras.
Ante esta situación, auguró que se avecina una fuerte crisis económica en el agro mexicano, que derivará, sin duda, en una crisis de abastecimiento de productos básicos y alimentaria.
Por tal motivo exigió al Senado de la República “sí cumpla su función y haga una revisión profunda de la operatividad de la Financiera Nacional de Desarrollo y, en su caso, hacer las modificaciones necesarias para garantizar la recuperación de su cartera vencida y la permanencia de la institución”.
De entrada admitió que está institución financiera del gobierno federal iba a desaparecer derivado de la cartera vencida que traía, y ello derivado porque sus empleados empezaron a hacer cobranza con la finalidad de obtener grandes cantidades de dinero de los campesinos.
Acusó que los documentos utilizados y que hacían firmar a los productores carecían de logotipo ni firma de ningún empleado autorizado para el cobro, lo manejaron como formatos privados que no eran públicos y por tanto no pedían circular documentación oficial.
Aunado a ellos, dijo, a los deudores les pedían depositar el pago de sus créditos en una cuenta concentradora, que no era a la cuenta de crédito que era el motivo del adeudo del productor.
Esto deja entrever que dichos recursos fueron integrados a la “licuadora”, sin ninguna ficha de investigación ni convenio de por medio.
Destacó que ahora los bienes y las obligaciones y derechos de la financiera pueden ser endosadas a título gratuito al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, lo que deja entrever que ese dinero que aportaron los productores, que creyeron de buena fe de una banca de desarrollo, en dónde están, quién va a dar seguimiento para recuperar ese dinero y de qué manera los productores podrán identificar que hicieron un pago cuando se ve diariamente que debe existir un convenio para firmar una propuesta de pago.
Aunado a esta situación, se continúan recibiendo demandas en contra de personas que se siguen ostentando como apoderados de la Financiera Nacional de Desarrollo y continúan requiriéndoles cobros y pagos a las personas, aún ante la incertidumbre de lo que sucederá.
Lo grave de la extinción de esta financiera es el hecho de que productores que, incluso firmaron contratos de ministración es anuales, en dónde de cinco pagos solo recibieron dos incluso tres, es decir, hipotecaron sus tierras sin que hayan recibido los recursos de la financiera y queda la pregunta al aire de qué va a suceder con ellos, pues quedan en total indefensión ante este hecho.
Por tal motivo, reitero por último, la exigencia al Senado de la República analizar con mucha enjundia lo aprobado por la Cámara, así como la operatividad de la financiera, que se rescate al organismo, pero sobre todo que existan reglas claras para la recuperación de la cartera vencida, porque dejaron al campo hipotecado.
En todo el país de existe una cartera vencida de aproximadamente 8 mil millones de pesos de un padrón de más o menos 16 millones de campesinos, entre grandes, medianos y pequeños l, pues recurrieron a esta institución para financiar sus proyectos productivos, concluyó.