Francia intenta ser el primero que le anota en esta justa al sorprendente Marruecos, para obtener su pase a la final; el vigente monarca confía en su estrella Mbappé para mantener el sueño del bicampeonato
Doha.— La asombrosa e histórica marcha de Marruecos en la Copa Mundial tendrá su máxima prueba. El primer equipo de África en las semifinales de un Mundial se enfrenta a la campeona vigente Francia y su astro Kylian Mbappé, el máximo referente de la nueva generación de estrellas, quien invadió una era dominada por los astros Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
La cita tiene connotaciones culturales y políticas — Marruecos estuvo bajo la tutela de Francia entre 1912 y 1956—.
“Me preguntan si podemos ganar el Mundial y yo digo por qué no podríamos soñar con ganarlo. Soñar no cuesta nada”, dijo Walid Regragui, el técnico de Marruecos, quien nació en Francia. “Cualquiera contra el que nos toque jugar nos va a tener miedo”, añadió.
¿Incluso Francia?
Los defensores del título vienen de sortear su valla más exigente al vencer a Inglaterra en un intenso duelo de cuartos de final, un partido en el que Mbappé estuvo discreto. Ningún otro jugador ha anotado más que sus cinco goles y el astro tendrá que emplearse a fondo.
Francia afronta la dura misión de romper el cerrojo defensivo de Marruecos en el estadio Al Bayt, al norte de Doha.
“No hay una sola forma de ganar. Mi prioridad es adaptarme a las situaciones que afronto, a los jugadores que tengo con el objetivo de sacar lo mejor de cada uno y lo mejor del colectivo”, dijo el técnico galo Didier Deschamps.
El seleccionador aseguró que están preparados para saltar con el público en su contra. “No me gusta el término hostil, pero habrá un fervor popular muy importante a favor de Marruecos”. Deschamps reconoció que Francia “no lo ha hecho todo perfecto”, pero alabó la “solidez defensiva” de su equipo y la “capacidad de marcar en momentos clave”.